Cameron Diaz ha estado el suficiente tiempo dentro de la maquinaria hollywoodense como para saber que, al hablar sobre una película que cuenta la historia de una pareja haciendo un video sexual, algunas preguntas pueden intentar abordar algunos aspectos de su vida privada. Tal vez por eso la actriz, al entrar a un salón del hotel Four Seasons de esta ciudad, luce un tanto contenida en su encuentro con la prensa. De cuidado maquillaje y peluquería, ropa ajustada y penetrantes ojos azules, Diaz llega a la cita acompañada de su coprotagonista, Jason Segel, que entra en la conversación en cualquier momento en que ella pareciera estar incómoda.