Cuenca produce energía eléctrica mediante el gas metano que se genera en los desechos. La planta de aprovechamiento de biogás está ubicada en la comunidad de Pichacay, en la parroquia Santa Ana de la capital azuaya.
Un día cualquiera, mientras orinaba, Gabriel Luna-Sandoval pensó que ese líquido que se escurría debía tener otro destino mejor. Nueve años después, este mexicano encontró la forma de convertirlo en biogás para calentar el agua de la ducha y cocinar.
Con más de un año de retraso, la planta de biogás se prevé que funcione desde agosto del 2015, en la capital azuaya. La perforación de pozos, instalación de tuberías y construcción de la casa de máquinas en el relleno sanitario de Pichacay concluyeron.
El proyecto impulsado por la Empresa Municipal de Aseo de Cuenca (Emac) aprovechará el gas metano que genera la basura del relleno sanitario de Pichacay. La intención es generar energía eléctrica.
La Empresa Eléctrica Quito (EEQ), en coordinación con el Ministerio de Electricidad y Energía Renovable y la Empresa Metropolitana de Rastro construyeron en el Camal Metropolitano un biodigestor para aprovechar los efectos biológicos que se generan del faenamiento de animales, informó Radio Municipal. La obtención de gas natural (biogás) y abono orgánico a partir de la descomposición del estiércol de los animales es la nueva tendencia ambiental de las industrias. La técnica se denomina biodigestor. El biogás puede sustituir a la electricidad, al gas propano y al diésel como fuente energética. El biodigestor emplea las excretas de ganado vacuno y porcino. El proceso evita que los desperdicios vayan a las aguas de los ríos, esteros o terrenos baldíos. Milton Balseca, jefe de Proyectos Especiales de la EEQ, explicó que en un contenedor sellado, llamado biodigestor se colocan excrementos, desechos vegetales y agua que luego de dos meses generan gas metano y fertilizante. En la parte poster