La conducción en circunstancias óptimas debe ser agradable, confortable y segura en todo momento. Los pasajeros y el conductor deben disfrutar de recorridos estables y sin vibraciones, pero cuando esto no ocurre hay que estar atentos a posibles problemas.
Según la geometría de suspensión de un vehículo, las ruedas siempre deben circular perpendiculares al suelo para garantizar la estabilidad, la eficacia de la frenada y el desgaste uniforme de la banda de rodamiento de los neumáticos.