Este fin de semana concluyó en Washington la Asamblea anual del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, dos instituciones que no son del agrado del Gobierno Nacional. De todos modos, en esa cita se congregaron las más altas autoridades económicas del planeta, incluidas las ecuatorianas, y se analizaron los escenarios que se pueden presentar en los próximos meses. Una de las principales conclusiones, para el caso de América Latina, es que “vienen tiempos difíciles” y, en palabras sencillas, se “acabó la fiesta” de la bonanza económica que se vivió en la última década.