En lo corrido de este año, dos veces me he retado escribiendo sobre una mujer. Ejercicio que me agobia profundamente porque -como ya lo he plasmado- es un "ser que me dibuja todas mis limitaciones y que siempre tiene más fuerza que yo…". María Corina Machado no es la excepción, ¡es una inherente heroína! Uno de los ambientes generales del héroe, por naturaleza, es la guerra. En este escenario sus actuaciones encumbran el milagro de nacer que muchos olvidamos en los primeros años, y luego condenamos con la estoica ósmosis de vegetar y engordar; pero usted, diputada María Corina Machado, por fortuna, no ha requerido de tan macabro escenario para ser una heroína, ya sin fronteras. Usted es una mujer capaz de avergonzar la testosterona gubernamental de nuestro continente; ha desmantelado sin titubeos, la fecundante flojera "socialista".