Tierra, toba volcánica, madera y bahareque (cañas o palos entretejidos). Esos fueron los materiales usados por los antiguos pobladores de la Costa ecuatoriana para la construcción de aldeas con centros ceremoniales en el sitio Real Alto (Santa Elena), una técnica conocida como enquinchado de cemento –el material volcánico actuaba como el cemento–.
Ancón vive de su historia. Fue la primera ‘ciudad petrolera del Ecuador’ y conserva en sus calles y entre las casas los antiguos balancines de los pozos. En sus casonas guarda los recuerdos de los 57 años que estuvo ocupada por el campamento minero de la compañía inglesa Anglo Ecuadoriam Oilfields Ltda.
Copey o copé. Es el nombre con el que los nativos conocían al petróleo en Santa Elena, incluso antes de la llegada de los españoles, según relata en el libro ‘Ancón’ de la historiadora Jenny Estrada.
La arquitectura del siglo XX del área central de Guayaquil, así como los barrios Orellana y Salado, fueron declarados Patrimonio Cultural de la Nación. Así lo resolvió el Ministerio de Cultura a través del acuerdo respectivo.