Con su nombramiento como Hijo Adoptivo de Madrid, el tenista Rafael Nadal consolidó su vínculo con una ciudad que hace siete años ya había concedido la Medalla de Oro al actual número uno de la clasificación mundial de la ATP. Dos distinciones que completan un palmarés en el que también lucen, entre otros, el premio Príncipe de Asturias de los Deportes, una medalla olímpica, 62 títulos individuales -trece de ellos en torneos de categoría Grand Slam- y cuatro Copas Davis con el equipo nacional. Aunque sus ocho victorias en Roland Garros encumbraron a Nadal como uno de los grandes tenistas de la historia sobre tierra batida y situaron a París como una de las ciudades más relevantes en su carrera deportiva, Madrid guarda un lugar señalado en la vida del balear. "Tienes, Rafa, la admiración y el afecto permanente y sincero de toda nuestra ciudad", advirtió la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, durante el pleno extraordinario celebrado hoy en Sala de Plenos del Ayuntamiento con motivo de la