¿Cómo está su mujer? Depende. ¿Comparada con quién? Ese diálogo es frecuente entre españoles jocosos. Me imagino que las mujeres responden parecido.
Con los países y las regiones sucede igual. Para comprender dónde estamos hay que saber dónde están los otros. Esto viene a cuento de la reciente noticia sobre los países latinoamericanos más exitosos. Según el cable, las tres economías más ricas eran Chile, Panamá (casi una década creciendo al 8%) y Uruguay. Argentina quedaba relegada al cuarto lugar, dato explicable por la falta de transparencia. El gobierno adultera el grado de inflación para maquillar los resultados de su gestión.
Pese a sus limitaciones, la clave para entender el nivel de prosperidad es el PIB per cápita: la suma de todos los bienes y servicios producido por una nación, dividida entre el número de sus habitantes. Para que esa cifra tenga sentido, conviene ajustarla a qué puede adquirirse con ella o Purchasing Power Parity (PPP). ¿De qué vale ganar 20 dólares la hora si una botella de agua cuesta 50? Grosso modo, el planeta cuenta 7 000 millones de habitantes y produce anualmente unos 83 000 billones (trillions en inglés) de dólares. Eso da, redondeando la cifra, USD 12 000 per cápita. Algunas sociedades, como la estadounidense, alcanza los USD 50 000, mientras otras, como la haitiana, solo USD 1 700. Pero retengamos la cifra promedio mundial: USD 12 000 .
Hay países latinoamericanos por encima de esa cifra: Chile, Panamá, Uruguay, Argentina, Puerto Rico, México, Venezuela y Costa Rica. Brasil está en la frontera: USD 12 000.
La mayoría, lamentablemente, está debajo del promedio planetario: Perú (USD 10 800), Colombia (USD 10 700), Cuba (USD 10 200), Dominicana (USD 9 600), Ecuador (USD 8 800), El Salvador (USD 7 700), Paraguay (USD 6 100), Guatemala (USD 5 200), Bolivia (USD 5000), Honduras (USD 4 600) y Nicaragua (USD 3 300).
De esos datos pueden extraerse algunas conclusiones: El crecimiento de Chile y Panamá, dos de las economías más abiertas de la región, indica el camino más corto para llegar al Primer Mundo. En el 2020, si no desvían el rumbo, ambas naciones posiblemente tengan un nivel de prosperidad semejante al promedio de la Unión Europea .
Por la otra punta, todos los países del Socialismo del siglo XXI, excepto Venezuela, están por debajo del promedio mundial. Eso debería señalarles que transitan en dirección equivocada. Pero Venezuela, que en su momento estaba a la cabeza de Latinoamérica, hoy ocupa el sexto puesto en ingreso per cápita, apenas USD 13 200, pese al río de petrodólares que recibe. Debe ser el país peor administrado del continente.
Brasil sigue siendo el país del futuro que nunca llega. El volumen de su economía es grande porque es una nación de 200 millones de habitantes, pero su desempeño real deja mucho que desear.