Grupos conservacionistas de Nueva Zelanda acusaron a Taylor Swift de poner en riesgo una muy rara especie de ave durante el rodaje cerca de Auckland de un video musical, pero los productores asumieron la responsabilidad exculpando a la cantante estadounidense.
La sombra de grandes árboles, el humus negro en la tierra y los cantos de los pájaros podrían hacer pensar en una selva amazónica, pero se trata de la parcela de un pionero de la agroforestación.