El achiote que los tsáchilas se untan en el cabello es parte de una propuesta turística cultural que esta nacionalidad presentó a las autoridades de la Asamblea Nacional.
Los miembros de la etnia Tsáchila tienen su propia forma de jugar y divertirse en el Carnaval.
Con un Cristo vestido como tsáchila, esta nacionalidad busca preservar sus creencias a través del sincretismo religioso. Antes de la colonización y evangelización (1964), los tsáchilas veneraban a la diosa del río, llamada Mapia en el idioma nativo tsáfiki.
Durante esta semana, los tsáchilas terminaron de organizar las actividades con las que esperan a turistas nacionales e internacionales.