Después de haberse opuesto durante años, la Academia Francesa podría aceptar pronto la feminización de nombres de profesiones, una pequeña revolución en esta institución encargada de vigilar el uso correcto de la lengua francesa.
"El acento circunflejo es la golondrina de la literatura", escribió el literato Jules Renard sobre uno de los rasgos distintivos de la lengua francesa, que desaparecerá ahora de muchas palabras en los manuales escolares.