Recorra un mapa para degustar bolones en Quito. Foto: Captura de pantalla.
El bolón es un platillo tradicional de la Costa ecuatoriana. Se elabora a base de verde y se lo combina con queso o chicharrón. Su preparación es sencilla, pero su sabor y textura crocante quedan en la memoria gustativa del comensal por siempre. No existe una receta única ni original, pues dependerá de la región en donde se lo cocine. Varían los ingredientes como los métodos de cocción.
En Manabí, por ejemplo, se le añade maní a la preparación, como otra opción además del queso y chicharrón. En Guayas se acostumbra freír el verde antes de majarlo, y en otras preparaciones solo se cocina al verde antes de majar. En todas, sin embargo, se amasa hasta dar una forma de bola, lo que da su nombre al platillo.
En el proyecto Patrimonio Cultural Alimentario n su investigación sobre los alimentos y platillos del Ecuador, se incluyó al bolón en su listado de platillos criollos. Este producto es una clara muestra de la adaptación de los pueblos a ingredientes traídos con la llegada de los españoles tanto como el queso o cerdo. Se convirtió principalmente en una preparación para la población de escasos recursos.
Las zonas tradicionales de consumo, según el proyecto de Patrimonio Alimentario son Esmeraldas, Manabí, Santo Domingo de los Tsáchilas, Los Ríos, Santa Elena, Guayas, El Oro, Galápagos, Carchi, Imbabura, Pichincha, Cotopaxi, Tungurahua, Bolívar, Chimborazo, Cañar, Azuay y Loja.
Con el tiempo el bolón ha logrado posicionarse como un favorito dentro de la cocina ecuatoriana. En Quito la aceptación de la cocina costeña es bastante conocida. Pero el bolón no solo ha logrado promoverse por todo el país, sino que también sirve como lienzo en blanco para que tanto chefs como cocineros puedan crear sus propias versiones.
Sabores propone un mapa con restaurantes que se han dedicado a la gastronomía costeña con una visión especial hacia los bolones en Quito. Aquí los comensales podrán encontrar lugares en los que degustarán tanto las versiones esmeraldeñas como manabitas o del Guayas, todas tradicionales o con toques personalizados. Así mismo, en la capital, se pueden degustar bolones que juegan con los ingredientes y, por supuesto, con sus salsas acompañantes.