Rodrigo Aguilar y Daniel Contreras unieron la cocina de Guatemala y Ecuador en una noche. Fotos de Facebook Dos Sucres, Shamuico
Un restaurante, una cena, dos chefs y varios mundos culinarios por degustar en una misma mesa, eso componen las ‘Cenas a cuatro manos’.
Los cocineros ecuatorianos han tomado el concepto de ‘featuring’, que en la música permite los duetos con invitados especiales, y lo plasman en el ámbito gastronómico. Esta tendencia internacional consiste en compartir la cocina con un chef invitado. Este tipo de cenas son populares en Europa. Ahora, en Ecuador, ayuda a estrechar los lazos entre los expertos gastronómicos.
Esta semana llega al país el peruano Virgilio Martínez, chef de Central, el mejor restaurante de América Latina en el ranking 50 Best elaborado por la revista británica Restaurant. Martínez compartirá una cena a cuatro manos con Mauricio Acuña, chef del restaurante Patria.
Acuña lleva trabajando en estos encuentros con chefs del listado desde el año pasado. A su cocina han llegado Fernando Rivarola, del restaurante argentino El Baqueano, y la mejor chef femenina de América Latina, Kamilla Seidler, quien dirige la cocina del restaurante Gustu en Bolivia.
El chef quiteño considera que estos encuentros culinarios llevan a los comensales a conocer la cocina más allá de la cena y transforman el hábito de comer hacia una vivencia. “No solo se come; (el comensal) se llena de experiencias de sabor, experiencia organolépticas que le llevan a descubrir algo que no tenía presente”. También añade que son espacios para demostrar el nivel de la cocina ecuatoriana, los productos y técnicas que se utilizan en el país.
Los encuentros entre cocineros ecuatorianos llevan un poco más de un año y han logrado unificar a chefs de Cuenca, Saraguro, Quito y Guayaquil. Juan Sebastián Pérez, chef de Quitu, lo define como un proyecto que impulsa a compartir la cocina propia con amigos del circuito.
Samuel Ortega (izq.), chef de Shamuico, comparte cocina en Quito, Cuenca y Guayaquil.
Por ello, a estos encuentros también se los denomina ‘Cena entre panas’. Él ha trabajado con Juan José Morán, de La Pizarra en Guayaquil, y con Samuel Ortega, de Shamuico en Saraguro. Pérez señala que, al realizar estos intercambios, se da ‘frescura’ a sus cartas.
Daniel Contreras, chef del restaurante Dos Sucres en Cuenca, cuenta que en este formato la clave está en compartir culturas. Nutrirse de otros cocineros, señala Contreras, ayuda a mantener este negocio que crece a base de la creatividad. Él ha cruzado cocinas con Shamuico y Rodrigo Aguilar, de Guatemala.
Pérez coincide con Contreras al ver a este intercambio como un taller de creatividad. “De esa forma podemos discutir y emparejar precios, productos, calidad, técnicas y ningún cocinero se queda rezagado en torno a la evolución del resto”, expresa.
Esta iniciativa es también una estrategia de marketing culinario puesto que los cocineros llevan la bandera de su gastronomía donde quiera que vayan. Contreras menciona que este movimiento ayuda al público a conocer las opciones de restaurantes que existen en el país y las propuestas que ofrecen en cada uno.
El proyecto, de forma local, enlaza cocineros con propuestas de cocina ecuatoriana vista a través de los ojos de nuevos y jóvenes cocineros. Son chefs que valoran los alimentos ecuatorianos, sus productores y de esta forma potencian sus cartas. Para Ortega, esta es la mejor forma de ayudar, desde los fogones, a fortalecer el turismo en el país. “Mientras más se mueva en Ecuador, ganamos todos”. Así la cocina entre ‘panas’ despunta en pro de la gastronomía ecuatoriana.