Inka Burger abre el debate de la legalidad de los ‘food trucks’

Foto inka 1

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Los ‘food truck’ acercan la comida de autor y gourmet hacia un concepto callejero. Los emprendimientos tienen actualmente una asociación informal de la que son parte seis propietarios de camiones de comida rápida. Fotos: Vicente Costales/EL COMERCIO

La noche del martes, 12 de enero, policías municipales decomisaron el ‘food truck’ de Inka Burguer y lo llevaron detenido. El negocio de comida llevaba trabajando en la Av. Portugal y República del Salvador desde hace tres meses ofreciendo hamburguesas con recetas que incluyen salsa de cerveza o queso azul, entre otras opciones.

David Maldonado, propietario del camión de comida, cuenta -en entrevista vía telefónica- que el camión fue detenido “sin explicarnos mucho el asunto legal”. Los policías exigían los permisos de uso del espacio público del camión y Maldonado reconoce que, al existir un vacío legal para el reconocimiento de los ‘food truck’, no hay un documento específico que les permita laborar.

Los propietarios del camión iniciaron en ese momento una campaña a través de redes sociales en donde se viralizó en el hashtag #Dejenemprender dirigido al Municipio de Quito y al alcalde Mauricio Rodas.

En la mañana de hoy, 14 de enero, Maldonado llegó a la Agencia Metropolitana de Control para buscar una solución. En un principio, el auto estaría detenido durante cinco días antes de recibir una respuesta.

Maldonado indica que el movimiento en redes logró visibilizar el problema y obtuvieron una respuesta inmediata en la Agencia. Tras pagar una multa de medio salario básico podrán emprender nuevamente el trabajo. Pero Maldonado indica que tras el inconveniente buscarán un nuevo lugar para estacionar sus hamburguesas.

Hasta el momento se podía acceder a documentos para trabajadores en espacio público como son los permisos de trabajador autónomo, RUC, patente y carné sanitario pero no existía una regulación específica para la actividad como tal que considere al ‘food truck’ como un instrumento que está acondicionado de forma industrial.

El permiso de trabajador autónomo puede tardar hasta un año y medio en procesarse y Maldonado indica que encontraba inconvenientes por el uso del automotor como parte del trabajo.

Gabriela Larreátegui, supervisora de la Agencia Metropolitana de Control, indica que el procesamiento a Inka Burger fue en referencia a la mala utilización del espacio público y a una multa ejercida en el 2015.

Pero comenta que se están buscando soluciones temporales frente a esta actividad económica hasta que se formalicen las licencias LUAE (Licencia Metropolitana Única para el Ejercicio de Actividades Económica) para los 'food truck'.

Las cuales ya cuentan con un esqueleto pero requieren de coordinación con más entidades como la Empresa Metropolitana de Obras Públicas, la Agencia Metropolitana de Tránsito, las Administraciones Zonales, Conquito y los Bomberos.

Larreátegui dice que a partir de ahora se entrará en un diálogo con los emprendedores de ‘food trucks’ para “escuchar las necesidades y conjugar con la visión de la ciudad” para sacar adelante la reglamentación.

La aprobación de los bomberos por el uso de cocinas e instrumentos inflamables dentro de un vehículo es una de las prioridades, menciona Larreátegui. Además señala que más allá de las delimitaciones de calles en las que se puedan posicionar estos autos, buscan crear la delimitación del número de vehículos de comida que podrían funcionar por área.

Entre las tendencias del 2016 la Asociación Nacional de Restaurantes en EE.UU. colocó a los ‘Food trucks’ como el ingreso más novedoso e indicó que poblarán las calles con cocinas del mundo; llevando esto a territorio local, se trata de una propuesta y un comportamiento contemporáneo que podrían dinamizar la vida en Quito.

Los ‘food truck’ acercan la comida de autor y gourmet hacia un concepto callejero. Los emprendimientos tienen actualmente una asociación informal de la que son parte seis propietarios de camiones de comida rápida.

Para Juan Francisco Jaramillo, socio y propietario de la Pizza Rodante, la consolidación legal de la Asociación de Food Trucks Ecuador permitiría tener una voz fuerte a los proyectos culinarios rodantes. “Lo que nos ha pasado es un precedente para que se pueda regularizar este vacío legal que nos afecta a quienes trabajamos en esto”, concluye Maldonado.

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