Existen algunas ventajas al consumir ciertos productos propios de la época. Los colores y el sabor cambian las preparaciones. Foto: Pixabay.
Existen frutas que se ven en los mercados todo el año y otras que aparecen cada cierto tiempo. Los capulíes, por ejemplo, se asocian con las fiestas de Carnaval y su consumo en bebidas ancestrales -como el jucho– se disfruta especialmente durante febrero y marzo.
Si bien el Ecuador es un país que posee microclimas ideales para la agroproducción, hay frutas que es mejor aprovecharlas en sus respectivos picos de cosecha.
Michelle O. Fried, nutricionista ecológica y autora del libro ‘Comidas del Ecuador’, señala que conocer la temporalidad ayuda a cocinar de forma consciente. “Cuando algo -ya sea hortalizas o frutas- es fresco, esto tiene mayor valor nutritivo”, dice.
En esto coincide Víctor Murillo, presidente del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Pichincha. Él además considera necesario que se difundan los picos de cosecha para que el público pueda conocer y aprovechar su consumo puesto que las frutas bajan su costo en estas temporadas.
De los frutos que se dan todo el año, por mencionar un caso, la guanábana tiene un pico de cosecha de septiembre a diciembre; la piña de octubre a diciembre; el borojó de febrero a mayo, la pitahaya entre enero y agosto; y el coco desde octubre hasta diciembre.
Cada fruta se puede aprovechar mejor cuando está de temporada, y no solo por el precio. María Fernanda Salas, docente del Instituto Superior de Arte Culinario, explica que al cocinar con estas frutas se realza el sabor y el color de la preparación. Estas, además de tener mejor aspecto físico, mantienen sus cualidades organolépticas porque el azúcar y acidez se acaban de formar, al igual que su pigmentación.
Aprovechar la temporada ayuda también a probar más variedades de la misma fruta. Es precisamente el caso de las claudias, que se cosechan en los primeros meses del año y se dan variedades como la reina claudia o el guaytambo.
Para conocer la frescura de las frutas se pueden considerar algunos consejos. Las bayas no deben tener humedad y las manzanas requieren una corteza firme. Los frutos ácidos maduran en su árbol: naranjas y mandarinas alcanzan su textura ideal en la planta.
O. Fried considera que vincularse con los comerciantes es de ayuda. Así se puede conocer el origen de la fruta y sus procesos de traslado.
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