Ibarra y Tulcán, afectadas por el peso barato

En los locales comerciales en el centro de Ipiales, en Colombia, el movimiento de clientes y comerciantes es constante.

En los locales comerciales en el centro de Ipiales, en Colombia, el movimiento de clientes y comerciantes es constante.

Mientras en el sur de Colombia se vive un auge comercial, hay crisis en la Sierra Norte. Las ciudades fronterizas de Ipiales y Pasto, ubicadas en el sur de Colombia, parecen localidades ecuatorianas durante los fines de semana.

Las ciudades fronterizas de Ipiales y Pasto, ubicadas en el sur de Colombia, parecen localidades ecuatorianas durante los fines de semana.

Miles de compatriotas, de varias ciudades del país, cruzan la frontera para recorrer las tiendas y almacenes, atraídos por los precios módicos de los productos, especialmente electrodomésticos y vestimenta.

Uno de ellos es Jorge Muñoz, quien viajó desde Quito, para realizar compras para su familia. “Vine con mi esposa y mis dos hijos, porque acá los productos están más baratos. Un par de zapatos deportivos que en Quito bordea los USD 150 en los almacenes de Ipiales se consigue a 81”.

Unos 10 000 ecuatorianos llegan, por estos días, a Ipiales, entre viernes y domingo, atraídos por el diferencial cambiario. Así lo asegura Harold Delgado, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de esa ciudad colombiana.

Se refiere a la diferencia monetaria que permite que con USD 1 se puedan adquirir 2 280 pesos, como sucedió ayer, 27 de abril, en el mercado informal.  Sin embargo, el mes anterior alcanzó un techo histórico de 2 480 pesos por USD 1.

Delgado también comenta que, de acuerdo con un estudio de la Cámara de Comercio, en esos días se registran ventas por USD 1 315 000 solamente en el sector comercial de Ipiales.

Por las avenidas colombianas, entre los autos de ese país, circulan cientos de automóviles con placas ecuatorianas.
También autobuses que movilizan visitantes nacionales que llegan para realizar el denominado turismo de compras.

Son empresas como Ecotur, de Guayaquil, que ofrece paquetes hacia Atuntaqui, en Imbabura, e Ipiales, explica Rossi Gómez, representante de la operadora. Los viajes para los porteños cuesta unos USD 160 e incluyen tres días.

La imagen de los almacenes y calles abarrotados del sur de Colombia contrasta con lo que sucede en las vecinas ciudades de Tulcán, en Carchi, e Ibarra, en Imbabura, ubicadas en el norte del Ecuador.

En el Centro Comercial Popular, de la capital carchense, por ejemplo, la mitad de los 500 locales permanece cerrada.
Solo abre sus puertas el jueves y domingo, días de feria, en espera de clientes, explica José Guerrero, presidente de la Asociación de Comerciantes de ese centro de expendio.

En ese lugar las quejas, por la falta de compradores, son generalizadas. Galo Mafla, comerciante de ropa, comenta que hasta mayo del año anterior facturaba USD 270 a la semana. Pero hoy apenas USD 70. “Los clientes colombianos dejaron de venir masivamente como sucedía antes”.

Según Mishel Saúd, presidente de la Cámara de Comercio y Producción, de Ibarra, las ciudades ecuatorianas, fronterizas con Colombia y con Perú, son las más afectadas por la revalorización del dólar frente al peso y nuevo sol peruano.

Comenta que por la falta de una moneda propia, como sucede en los países vecinos, Ecuador ha tenido que recurrir a medidas como la fijación de salvaguardias sobre artículos extranjeros. Según el Gobierno es un mecanismo ante la apreciación del dólar y la devaluación de las monedas vecinas.

Eso, según Saúd, produce un efecto inmediato en las ciudades de frontera. “El tema preocupa en Tulcán, cuya población económicamente activa depende en un 80% del comercio e Ibarra en un 70%”.

La semana anterior la Red Binacional Fronteriza de Cámaras de Comercio, de Ecuador y de Colombia, hizo una primera evaluación. Ahí los representantes del sector productivo del vecino país había explicado que en la zona se vive una economía del péndulo, que antes favoreció a los ecuatorianos y ahora a ellos.

En la ciudad de Ipiales, en los últimos seis meses, se han abierto 400 nuevos locales comerciales. Estos se suman a los 3 000 existentes, según la Cámara de Comercio de esa urbe. Mañana los sectores productivos de la capital de Imbabura se reunirán para analizar el tema, por segunda ocasión. Luego lo harán en Tulcán.

Entre otras cosas, Saúd comenta que buscan establecer acciones para mejorar la actividad comercial en la Sierra norte. 
Entre las primeras acciones buscarán apoyo para que haya mayor control del contrabando que afecta al comercio formal.

También solicitarán ayuda a las instituciones financieras estatales. De su parte ofrecerán ofertas y evitarán cerrar los negocios al mediodía, como sucede en la actualidad.

En contexto
La devaluación del peso colombianos moviliza a un creciente número de compradores ecuatorianos hacia Colombia. Mientras tanto, el sector comercial de Tulcán, en Carchi, e Ibarra, en Imbabura, están preocupados por la caída de las ventas. Hay varias propuestas encamino.

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