Moreno desechó guión correísta e impuso su agenda

Moreno desechó guión correísta e impuso su agenda :: EL COMERCIO

transición
Especial
1 de Enero

Moreno desechó guión correísta e impuso su agenda

Rafael Correa felicitó a Lenin Moreno, el 24 de mayo, en el cambio de mando. FOTO: Pavel Calahorrano / EL COMERCIO

El Gobierno de Rafael Correa dejó marcada la ruta que debía seguir el presidente Lenín Moreno, desde el cambio de mando,
el 24 de mayo. En tres libros
“de transición” se recogió lo fundamental. Sin embargo, Moreno pasó por alto ese libreto e impuso
una agenda marcada por el diálogo, el retiro del apoyo político al vicepresidente Jorge Glas y la consulta
popular.

El Presidente heredó un ambiente político crispado
-tras una década de confrontación-, que demandaba maniobras para mermar tensiones y poder gobernar.
En ese contexto, fue imperativo desmarcarse de todo lo que pudiera evocar lo negativo del Régimen anterior.

En el libro de
“Gobierno” de transición se menciona, por ejemplo, la importancia de mantener la estructura del
Estado que determinó la Constitución de Montecristi (2008) y la anterior Presidencia. Dos pilares fueron
el Consejo de Participación Ciudadana y los ministerios coordinadores.

El expresidente Rafael Correa impulsó el binomio, por el partido oficialista, de Lenín Moreno y Jorge Glas para la Presidencia del Ecuador. FOTO: Pavel Calahorrano / EL COMERCIO

Tan pronto como Moreno asumió el poder, firmó un decreto para desaparecer esas carteras de Estado apelando a una política
de austeridad. Luego, planteó una consulta para cambiar la forma de nombrar a las autoridades del Consejo
de Participación.

Marcó un quiebre con la facción correísta de Alianza País (AP), que calificó a las medidas como un retroceso.
En el mismo libro se estableció la necesidad de continuar con el Enlace Ciudadano.

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funcionariosdejaron el equipo de trabajo de Lenín Moreno por diferentes razones, desde mayo.

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diálogosbilaterales tuvo Moreno en cuatro meses, con diferentes actores.

Durante más de 10 años fue una plataforma política para el expresidente Correa y, por eso, se convirtió en un símbolo de
la política comunicacional, cuya característica principal fue la permanente propaganda. Moreno lo reemplazó
y marcó la pauta de una nueva línea de comunicación; más informativa. Con cada decisión, el Gobierno se fue
alejando de la sombra del anterior.

El gobierno de Lenín Moreno logró bajar las tensiones políticas heredadas. La estrategia de diferenciación partió
A. País.

Se concedió indultos a dirigentes sentenciados luego de participar en protestas contra Correa y se flexibilizó
la normativa sobre el funcionamiento de las organizaciones sociales.
Moreno, a través del diálogo nacional, se reunió con políticos, empresarios, académicos, representantes de
medios de comunicación y de la sociedad civil, que Correa enfrentó durante su mandato.

Así, el Presidente desactivó la polarización política y el descontento popular de un sector de la sociedad
que comenzó a manifestarse desde el 2013. Entonces, Alianza País (AP) perdió -por primera vez- en las elecciones
seccionales bastiones claves como las alcaldías de Quito, Guayaquil, Cuenca, Manta y Santo Domingo de los
Colorados.

Según la encuestadora Cedatos,
Moreno arrancó en mayo su gestión con un 66% de aprobación y llegó a noviembre con un 73.6%. Correa, en su
mejor momento, en 2007, alcanzó un 68%,
según la misma firma; y dejó el Palacio de Carondelet
con un 47% de aprobación.

Moreno reconoció que las encuestas no favorecían a Correa en el momento de elegir candidatos para la sucesión.
Por eso -señaló- le pidieron que él sea el candidato. Sin embargo, en los cálculos correístas no se consideró
que actúe por cuenta propia.

Tras la segunda vuelta por la Presidencia, el 2 de abril del 2017, Lenín Moreno se declaró ganador de los comicios. FOTO: Julio Estrella / EL COMERCIO.

En el libro de transición
“Sectorial” se señalaba como una acción inmediata de los 100 primeros días del Régimen buscar y
negociar el financiamiento de la Refinería del Pacífico, lo que no se cumplió.

Más bien, el presidente
cuestionó el estado de esa y otras 639 obras emblemáticas como la universidad Yachay, las unidades
del milenio, carreteras, proyectos hidroeléctricos que tiene problemas de diversa índole como sobreprecios.

El frente cercano al expresidente en AP comenzó a cuestionar la gestión de Moreno y se gestó una pugna que
devino en el retiro de las funciones del vicepresidente. Glas enfrentó un juicio dentro de la trama de corrupción
Odebrecht sin el respaldo político del Presidente y fue sentenciado.

Así, el Gobierno de Moreno y su imagen no se vieron contaminados con los hechos que se fueron decantando
alrededor de la corrupción en la administración pasada.

Durante la campaña política Jorge Glas y Lenín Moreno mantuvieron una relación cordial. FOTO: Enrique Pesantes / EL COMERCIO

Pero la ruptura no es total. El equipo de Gobierno aún mantiene a figuras claves del correísmo en espacios de
toma de decisiones y las estructuras se mantienen; sobre todo, en los mandos medios de las instituciones.
La política económica se maneja con similares fundamentos y las soluciones de fondo no llegan. Se mantienen,
por ejemplo, intactos los problemas estructurales como el gasto desmedido, la acumulación de deuda y el déficit.

El 2018 estará marcado por varios cambios institucionales

Luis Verdesoto
Analista político

Lo que por ahora se advierte es que el siguiente año estará lleno de cambios de tipo institucional que, a su
vez, influirán en los hechos políticos que se desarrollarán.

Luis Verdesoto

Lo que por ahora se advierte es que el siguiente año estará lleno de cambios de tipo institucional que, a su vez, influirán en los hechos políticos que se desarrollarán.
Habrá, por ejemplo, un consejo de participación transitorio que evaluará el pasado de 16 instituciones y se generará una visión de que nuevas instituciones deben resurgir.
Esto si se aprueba el contenido de la consulta relacionado con la reestructuración de ese organismo, que ha propuesto el presidente Lenín Moreno.
También vamos a tener un escenario jurídico político marcado por el reemplazo del vicepresidente Jorge Glas, que fue sentenciado dentro del caso de corrupción Odebrecht a seis
años de prisión.
Habrá que ver si la persona que ocupe su puesto será un personaje representativo, de un acuerdo nacional, o el resultado del conflicto de Alianza País. Esperamos también que el 2018 sea de transición hacia un proceso de redemocratización.
Es de aspirar que se pueda construir el siguiente año un acuerdo nacional. No es fácil, cuando las instituciones han sido rotas. Si no se resuelven estos elementos, podríamos enfrentar una crisis de representación política como la que tiene Perú, por ejemplo.
Es decir, élites que no alcanzan a lograr consensos, partidos políticos que no saben dialogar, construir acuerdos, sino solamente competir electoralmente.
En el escenario legislativo se ven mayorías móviles que van a requerir pensar en función del país. Es necesario volver a los inicios de la democracia; sentar
las bases para construir ese camino.

EL HECHO

La visión sobre la prensa y su papel cambió

Pero la ruptura no es total. El equipo de Gobierno aún mantiene a Una de las prioridades de los medios públicos
para el 2018 será el relanzamiento del diario cuencano El Tiempo. Y la concreción de nuevos espacios de pantalla
compartida, tal como se hizo con el noticiero de Gamavisión y EcuadorTv.

Según Andrés Michelena, gerente General de la Empresa de Medios Públicos, se sumarán nuevas líneas de programación
cultural, educativa y de opinión

Andrés Michelena fue designado como gerente de los Medios Públicos, desde el 17 de julio del 2017, en reemplazo de Munir Massuh. FOTO: Patricio Terán / EL COMERCIO

Todo como parte del proceso de reestructuración que se inició en julio pasado, para hacer que los medios sean
autosostenibles e independientes en su línea editorial.

El primer paso fue refrescar la cúpula administrativa.
El presidente Lenín Moreno creó la Gerencia General de Medios Públicos y dejó fuera a figuras como Munir
Massuh, Xavier Lasso y Orlando Pérez, que fueron determinantes en la administración de los medios durante
el anterior Gobierno de Rafael Correa.

USD 100

millones anuales recibían del Estado los medios públicos

Luego del cambio de las cabezas se inició un proceso de evaluación, para conocer la situación real de cada medio.
11 son incautados, aunque constan como privados en los registros legales; y otros cinco son medios públicos.

Tres meses después, Michelena reconoció que los medios se pusieron al servicio de la propaganda. Y que se
dirigieron de forma
“mediocre, dispendiosa e indolente”.

Andrés Michelena (corbata) dijo que hubo una gestión nefasta de los medios en el anterior Regimén. FOTO: Patricio Terán / EL COMERCIO

En noviembre pasado, se dio a conocer la nueva imagen de los medios. Ahí se estrenó el noticiero Telediario,
que es el producto desarrollado en alianza entre Ecuador TV y Gamavisión.

En el caso de El Telégrafo, la nueva administración propuso un nuevo diseño con un 35% más de contenido informativo.
Y la incorporación a su nuevo diseño gráfico y editorial de seis revistas temáticas. En medio de todo el proceso,
una de las cabezas salió del equipo: Hernán Ramos.

Y luego se conoció sobre la renuncia del entrevistador de Ecuador TV, el periodista Carlos Rabascal.

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