Según los meticulosos planes aliancistas, cuidadosamente trazados, el 23 de febrero del séptimo año correísta -o sea ya mismo- se realizarán las elecciones seccionales y luego habrá un descanso electoral hasta el 2017. Durante más de tres años, pues, permanecerán cerradas las urnas y don Domingo 7 Paredes gozará de una larga vacación hasta que llegue la hora de elegir otra vez un Presidente del Ecuador. Por su parte, el Jefe Rafael tendrá la grata oportunidad de gobernar sin campañas ni barullos durante la mayor parte de su segundo (o tercer) período, con mayoría absoluta en la Asamblea, en las alcaldías y -según las malas lenguas- hasta en las judicaturas. Es posible, aunque usted no lo crea, que la oposición colabore en el plan, tal como lo está haciendo hoy al presentar toda una colección de candidatos en el caso de la Alcaldía quiteña, sin soñar en la decantada “unidad” que nunca se cristalizó y antes fue tan cacareada. Todo lo cual va a contribuir para que el Jefe Rafael goce de unos tres y medio años tranquilos, sin barullos, rememorando su colección de triunfos y manteniendo a medio gas su tesis de la “campaña permanente”. ¿Qué tal el panorama? Algunos periodistas, como el destacado columnista Washington Herrera, quien, por supuesto, nada tiene que ver con el Washington Post, sugieren que durante esos futuros tres años y medio sin urnas funcione en el Ecuador algo parecido a la paz constructiva, sin broncas o, por lo menos, con el menor número posible de ataques, contraataques, choques, sabatinazos, codazos y yucazos. Lo que se pide no es fácil pero suena a sugerencia interesante, que puede ser motivo para otro comentario más amplio e inspirado.
Mientras tanto, hay una encuestadora que no quiere permanecer en silencio tanto tiempo y desde ya brinda sus datos o cedatos, anticipándose a lo que podría suceder en el 2017. ¿Quiénes podrían ser los postulantes para acceder a Carondetet (en caso de que al Jefe no se le ocurra intervenir)…? Cedatos dice que a estas alturas, con más de tres años de adelanto, Guillermo Lasso, de Creo y exbanquero del barrio, tiene un 32% y el vicepresidente Jorge Glas un 19%. ¿Y si el Jefe Rafael decide intervenir? Pues barre nuevamente con un 60% frente a un 22% de Lasso y con Mauricio Rodas en un lejano tercer puesto.
Sin elecciones en los próximos 3 años y pico, doña Gabriela y los suyos seguirán expidiendo nuevas leyes, gozando de sus 100 y más votos. ¿Seguirá de experto Mauro Andino, como sucedió con la Ley de Comunicación y con el súper Código Penal? No sabemos, pero puede ser. En todo caso, nos permitimos una sugerencia. Les aconsejamos que no vuelvan a bregar con proyectos que, sumando todos sus cuerpos, lleguen a los mil artículos. Con semejantes dimensiones es posible que solo el Jefe Rafael y el sabio Mauro -¿o solo Andino? ¿o nadie?- sepan sus contenidos. Mil artículos es una tonelada.