Ya basta...

De expresar diatribas en contra del nuevo aeropuerto de Quito. He esperado prudentemente para escribir esta carta: por tres ocasiones he usado la novísima locación, tanto con base en el puente nacional como con base en el puente internacional y ahora lo tengo muy claro: muy satisfactorio contar por fin, con un aeropuerto que no plantea comparaciones negativas con los aeropuertos estándar (ojo, no digo de lujo...) del resto del mundo. Por fin es "normal" llegar a Quito por vía aérea; tanto embarcar como desembarcar en unas instalaciones adecuadas.

Qué alivio habernos librado de la humillante experiencia de la vieja terminal, más parecida a un tugurio improvisado que a lo que se considera como un aeropuerto civilizado: pisos estándar, salas estándar, transporte de pista estándar, mangas estándar, comercios y restaurantes estándar... Encuentro vehemente oposición entre mis amigos y mis conocidos ante mi criterio optimista y sobran los "expertos" llenos de consideraciones "cosmopolitas" en contra del nuevo aeropuerto, no me importa: estoy muy tranquilo ahora cuando me toca volar desde o hacia Quito.

La carretera; de primera, los inconvenientes puntuales del presente pronto serán remediados para darle un perfil perfecto al uso de la nueva terminal. Por ahora: escoja horarios adecuados: madrugadas o anocheceres, durante los cuales la transportación hacia o desde la ciudad no toma más de cuarenta minutos muy fluidos, óptimos para reflexionar y crear un paréntesis en medio de nuestros desplazamientos.

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