¿Y si tuviéramos todos esos genios?

Si en el país hubiera -como el Gobierno anhela- una cantidad nada despreciable de personas con título de PhD, ¿cuánta investigación adicional se generaría? Posiblemente poca. Porque para investigar se necesita, en primer lugar, datos. Y en el Ecuador hay hartas trabas para acceder a información que debiera ser pública.

No hace falta tener un PhD para darse cuenta de las barreras que existen para conseguir información pública. Basta escuchar los periplos que tienen que hacer los estudiantes universitarios para obtener los datos para realizar sus tesis .

Un estudiante que quiso analizar el impacto del gasto público en la educación superior se encontró con que sólo se publican los datos agregados de "educación y cultura", mas no sus componentes. Solicitó la información del gasto en educación superior al Ministerio de Finanzas, pero le dijeron que vaya al Banco Central. En el archivo del Banco Central obtuvo los datos históricos hasta el año 2006 y le explicaron que los más recientes estaban en otro departamento del Banco, donde le indicaron que vaya a la Senescyt. Ahí recibió los datos del año 2011 y le informaron que los de 2007 a 2010 se hallaban en el Conesup. Pero en esa dependencia le dijeron que habían remitido toda la información a la Senescyt y que ya no tenían nada. Así, después de poner a prueba la resistencia de sus suelas y su paciencia, el estudiante no logró obtener las cifras de 2007 a 2010 y tuvo que inferirlas de algunas publicaciones oficiales.

Esta experiencia no es la excepción. Si alguien -interesado en investigar la inseguridad- busca los datos relativos a las víctimas (como la edad o el sexo) o a las circunstancias de los crímenes; si alguien -interesado en investigar el crecimiento económico por actividad- pretende analizar el pago del Impuesto a la Renta y del Impuesto al Valor Agregado por contribuyente y por sector al que pertenece; si alguien -interesado en investigar el cumplimiento de los derechos humanos- quiere saber las causas por las cuales el Gobierno no ha reconocido la condición de refugiado a ciertos solicitantes; si alguien -interesado en investigar la evolución del endeudamiento público- desea revisar las condiciones de los contratos de deuda con la China; o si alguien -interesado en hacer investigación específica- necesita información pública desagregada, esa persona debe estar dispuesta a vivir una gran frustración, especialmente si revisa lo que establece la Constitución y la Ley de transparencia y acceso a la información pública, y peor aún si se entera que parte de la información que busca sí era pública hasta hace pocos años.

Así que si tuviéramos un ejército de ciudadanos con título de PhD, para poder aplicar sus destrezas primero tendrían que convertirse en detectives. Si el objetivo no es acumular cartones de PhD sino generar investigación, la transparencia y la sistematización de la información pública deben trascender la retórica.

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