El socialismo resucita en Francia. Al menos eso es lo que puede colegirse tras conocerse los resultados de la primera vuelta electoral. El candidato socialista, François Hollande, obtuvo el 28,56% de los votos frente al 27% alcanzado por el candidato conservador y actual presidente de la República, Nicolas Sarkozy.
Los resultados del pasado domingo renuevan la esperanza de la deprimida izquierda francesa, quienes han estado alejados del poder desde 1995. Hollande, pese a ser considerado como un candidato blando y sin carisma, ha sabido superar la fuerte división que ha existido en la izquierda y lograr lo que anteriormente no pudo Lionel Jospin en el 2002. Además, el candidato de la gauche ha mejorado en dos puntos a la votación obtenida por Ségolène Royal hace cinco años.
Hollande, con un mensaje de unidad y calma , ha logrado movilizar a miles de seguidores, apegado al estilo que en su época impuso Mitterrand. La apelación al “voto útil” ha surtido efecto. Eso logró rebajar las expectativas que despertó el candidato del Partido Comunista, Jean-Luc Mélenchon, logrando no más del 11%.
Un elemento explicativo de las votaciones en Francia es lo que el mismo Hollande decía el domingo. “El segundo gran dato de esta elección es que ha sido un castigo para el mandato de Sarkozy”.
Pese a que Sarkozy pondrá toda la carne al asador y advertir al pueblo francés de un posible viraje a izquierda, con las secuelas que podría generar la experiencia de PSOE, se prevé una derrota. Los últimos sondeos de opinión estiman una distancia de 8 puntos. Hollande obtendría el 54% de los votos frente al 46% para Sarkozy.
Una de las estrategias que adoptará Sarkozy es conquistar a los votantes antisistema de la ultraderechista Marine Le Pen. No obstante, varios analistas confirman que solo el 40% apoyarán a Sarkozy.
Una de las grandes sorpresas de estas elecciones ha sido la votación obtenida por Marine Le Pen. Podría afirmarse que ha sido la segunda ganadora de estos comicios. Con el 18,12% de los votos ha logrado el mejor resultado de la historia del Frente Nacional (FN). Le Pen, a más de llevar a una ruptura del sistema político francés, pretende convertirse en la líder de la oposición. El fenómeno Le Pen ha incidido no tanto para el crecimiento de Hollande sino que le ha quitado votos a la “Unión por un Movimiento Popular” (UMP) de Nicolas Sarkozy. Sarkozy obtuvo cuatro puntos menos que en las elecciones pasadas.
Aunque la suerte está echada, los días que vienen hasta el próximo 6 de mayo aparecen vibrantes. El pueblo francés deberá decidir entre una personalidad fogosa como la Sarkozy o moderada como Hallande.