¿Y la voz de Manabí?

Tres semanas desde la tragedia más grande que ha vivido el Ecuador en las últimas décadas. Tres semanas en que el dolor de miles de ecuatorianos y del país entero no encuentra aún respuestas ante lo inexplicable. Pero tres semanas, también, en que hemos visto rodar, nuevamente, las formas que tantas veces hemos ensayado sin éxito para afrontar nuestros problemas: el estatismo, el paternalismo, la victimización. Es verdad, lo que se ha vivido es terrible, pero no queda más que sacudirnos. Y ese sacudón debe comenzar por quienes sufrieron directamente la tragedia. Ellos y ellas son quienes deben asumir el protagonismo principal en lo vendrá de ahora en adelante. Hasta ahora han estado silenciosos. Pero ya pasó el momento del rescate, del intentar comprender y asimilar lo ocurrido, y hemos pasado al momento de la reconstrucción, o de la nueva construcción, más bien. Y hasta ahora no escuchamos la voz de Manabí. Es lamentable cómo otros actores han buscado robar el protagonismo principal a

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