Eliminaron la pugna de poderes sometiendo a todos a un solo poder: el Ejecutivo; y hoy estamos viviendo un fenómeno muy curioso, cual es el de las constantes provocaciones del caudillo a la Asamblea, como queriendo reinaugurar una pugna de poderes que no arranca, porque los serviles de la izquierda boba, que yacen en el Parlamento, se hacen de la vista gorda para no polemizar con el ‘nuevo dueño del país’ siglo XXI, sobre todo ad portas del proceso electorero, y vemos como en actitud frontal de defensa de la impunidad de los suyos, le comunica al titular de la Asamblea que ha ordenado a sus ‘40 ministros’ que solo den información a los legisladores cuando tengan el visto bueno del titular de dicha función, es decir , visto bueno de él mismo.
Y esto sí es grave, porque significa, nada más ni nada menos, que el caudillo ha impuesto censura previa a la potestad fiscalizadora de los asambleístas, violentando el Art. 75 de la Ley Orgánica de la Función Legislativa, que otorga a los asambleístas la facultad discrecional de solicitar información a los funcionarios que allí se determina.
Es obvio que la flamante provocación pretende colocar una cortina de humo a los graves escándalos del fideicomiso ‘…más impunidad’, y establecer censura previa a la acción fiscalizadora, para que la impunidad de “los cuarenta” sea intangible y la familia permanezca unida por la gracia del poder absoluto.