El Banco de Guayaquil es el primero en cumplir con la nueva norma para el sector financiero, al cual a este último se lo mutila de las empre-sas aseguradoras, administradoras de fondos y casas de valores. A su vez, otros grupos económicos deberán vender sus participaciones en actividades financieras.
El BG vendió su aseguradora Río Guayas a ACE, multinacional de seguros con presencia en el Ecuador, por USD55 000 000. El plazo para que todos cumplan se vence en julio.
Se venía dando un proceso de internacionalización de los seguros. En los últimos años una empresa australiana adquirió a la líder del mercado, Colonial. El grupo español Mapfre, cuya publicidad de TV tiene como figura a Rafael Nadal, entró al Ecuador adquiriendo a Atlas, del grupo Fadesa. Este grupo guayaquileño se adelantó a la reciente norma.
Hay otros bancos que deberán sacar al mercado sus aseguradoras. En general, los compradores no serían otras aseguradoras nacionales, sino extranjeras, bien sea multinacionales o de países vecinos. Con el crecimiento del sector privado en Colombia y Perú, con sus buenas perspectivas gracias a la política de abrir mercados que impulsan sus gobiernos respectivos, sería natural que se expandan hacia el Ecuador.
El mercado asegurador ecuatoriano estará bien servido, y el Presidente Correa habría conseguido la desnacionalización del sector privado ecuatoriano. Desconozco si este haya sido uno de los objetivos de la norma.
Pero, ¿que va a pasar con la banca? Los bancos y financieras que tienen su sede en ciudades que no son ni Quito ni Guayaquil suelen pertenecer a un grupo económico de su ciudad. Estos deberán vender sus empresas financieras, y por lo tanto esas ciudades perderán un banco o financiera local, que la conocen, y deberán trabajar exclusivamente con sucursales de bancos de los dos centros financieros.
Pero, ¿comprarán los grupos financieros que subsisten, todos los bancos y activos financieros que salgan al mercado? Dudo mucho, ya que no se trata de fusionar bancos sino de comprarlos. La banca colombiana y peruana tendrá la oportunidad de hacerse de bancos nacionales en condiciones atractivas. Se conseguirá la internacionalización de la banca no mediante el ingreso de grandes bancos internacionales, los que más bien han emigrado, quedando solo Citibank con un volumen modesto de operaciones, sino por absorción de bancos nacionales por banca de países vecinos.
Hay rumores insistentes en círculos financieros que el Gobierno estaría reconsiderando la forma en que se legisló la escisión de las actividades financieras y no financieras. Pero, ¿pueden los grupos financieros no vender, esperanzados en que haya una ley que reforme la norma? Leyes al apuro. Pagamos las consecuencias de no tener una legislatura deliberante.