Todavía no se posesiona Donald Trump como presidente de EE.UU. y las tensiones con China aparecen.
Los temas pasan por temas militares y de seguridad y de comercio exterior.
En cuanto al primer punto, Diario El País publicó en su versión digital del viernes una nota que titula: ‘China advierte a Trump del peligro de una confrontación devastadora’.
La corresponsal Macarena Vidal dice que los medios oficiales chinos advierten que ‘EE.UU. va por mal camino con China’.
Todo nace en las declaraciones de Rex Tillerson, futuro secretario de Estado. EE.UU. bloquearía a China en el acceso a las islas artificiales. Se trata de puntos clave en la disputa del mar del sur.
China Daily, citado por El País, advierte que ‘la animosidad de Trillerson contra China pinta mal si se materializa’. Hace alusión a ingenuidad, prejuicios, fantasías políticas irreales, una mezcolanza. Sería un desastre si se aplica en el mundo real.
Global Times habla de la posibilidad de una guerra: ‘Más vale que ambas partes se preparen para un enfrentamiento militar’.
Pero más allá de ésta postura, que se podría considerar exagerada y hasta alarmista, el tema del Comercio Exterior, más tangible y cercano es otro punto neurálgico de la nueva relación de la administración norteamericana que se inaugura, con la gran potencia Oriental.
Michel Froman, representante del gobierno demócrata dijo en el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales de Washington que está perplejo ante algunos comentarios. Según relata la Agencia EFE, la nueva administración habla de ser duro con China y dejar el TPP (Tratado Transpacífico), una alianza comercial potente de EE.UU. y 11 países de la que Trump reniega y ha dicho que no lo va a firmar.
Cuando el mundo mira con preocupación las nuevas relaciones y las potentes personalidades de Trump y Xi Jinping – sin descuidar el enigmático Putin- el asunto es para dormir con uno ojo abierto.