Las expresiones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra México empiezan a permear la recién iniciada campaña presidencial de este país latinoamericano, al obligar a los candidatos a pronunciarse al respecto.
En la más reciente de sus comentarios coléricos, el magnate republicano exigió a México por Twitter que controle la migración indocumentada y el tráfico de drogas, so pena de ponerle fin al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, suscrito entre los dos vecinos y Canadá, cuya renegociación afronta días cruciales.
“Después de las declaraciones de Trump todo está en el aire. Vamos a ver un ir y venir de declaraciones de las partes negociadoras y los candidatos. Cualquier signo de tener cualquier cosa en común con Trump es suicidio político para los candidatos”, dijo Manuel Pérez Rocha, investigador asociado del estadounidense Instituto para el Estudio de Políticas. El experto, cuya organización tiene su sede en Washington, resaltó que “lo importante es seguir analizando las propuestas de los candidatos y ver cómo se posicionan frente al TLCAN”.
La octava, y presumiblemente la última, ronda de negociaciones está programada para el 8 en Washington y cerrar el día 16, para el pulir texto y detalles del nuevo tratado.
Luego de las siete rondas previas, los avances divulgados por los tres socios son escasos, en unas negociaciones marcadas por la rispidez de las posturas y su confidencialidad.
De los 30 capítulos que se discuten en otras tantas mesas, los equipos negociadores ya concluyeron los de buenas prácticas regulatorias, transparencia, medidas sanitarias y fitosanitarias, así como los de pequeñas y medianas empresas, competencia y anticorrupción. Las prioridades de Estados Unidos incluyen nuevas medidas fitosanitarias, mayor protección de la propiedad intelectual, medidas laborales y ambientales y la posible eliminación del capítulo de resolución de controversias, que instituye paneles especiales para abordar prácticas comerciales abusivas.