Cuando el 2 de este mes la Asamblea General de la ONU votó abrumadoramente a favor de un Tratado Internacional sobre el Comercio de Armas, una pregunta quedó sin responder: ¿cuánto tiempo llevará obtener las 50 ratificaciones necesarias para que sea legalmente vinculante? El Tratado impone la regulación de exportaciones, importaciones, transbordos e intermediación. Su alcance son las armas convencionales, como tanques de guerra, vehículos de combate blindados, sistemas de artillería de gran calibre, aviones y helicópteros de combate, buques de guerra, misiles y cohetes, así como las armas pequeñas y ligeras.
También obliga a sus estados parte -aquellos que lo ratifiquen- a reportar sus transferencias de armas y a evaluar si esos embarques terminarán en manos de violadores de los derechos humanos o del derecho internacional humanitario.
“Es difícil decir cuándo entrará en vigor este tratado”, declaró a IPS el embajador Palitha Kohona, exdirector de la Sección de Tratados de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
Katherine Prizeman, coordinadora internacional del programa sobre desarme en Acción Global para Prevenir la Guerra, se mostró más optimista, y dijo a IPS que, en términos de ratificación y entrada en vigor, llegar a 50 ratificaciones es un objetivo bastante viable en los próximos años, pese a las luchas políticas inherentes a este tipo de procesos en los gobiernos nacionales.
Es muy probable que se logre en menos de cinco años, pronosticó. Aprobado por 154 votos a favor (aunque desde entonces Angola cambió su “abstención” a un “sí”, convirtiéndolos en 155) contra tres negativos (Irán, Siria y Corea del Norte), el Tratado quedará disponible para su firma el 2 de junio.
Pero su ratificación por cada uno de los estados miembro puede ser un proceso extenso . No sorprende que las 23 abstenciones incluyeran a algunos de los principales exportadores y fabricantes de armas del mundo, como China, Rusia e India, y a importantes compradores de armas, como Egipto, Arabia Saudita, Indonesia, Kuwait, Qatar y Bahrein.Kohona dijo que algunos países importantes, entre ellos China, Rusia e India, expresaron serias reservas sobre el texto aprobado.
Otros talvez tengan que superar dificultades internas, agregó.
“El Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, adoptado en septiembre de 1996 mediante una votación en la Asamblea General, luego de no llegar a un consenso en la Comisión sobre Desarme, todavía no ha cumplido las condiciones necesarias para su entrada en vigor”, 17 años después de su adopción, dijo Kohona. Él también es el representante permanente de Sri Lanka en la ONU y se abstuvo de votar. Al ser consultado sobre si la aprobación de la Asamblea General es una obligación política y moral de los estados miembros, y sin ninguna fuerza legal, Kohona dijo que, según la Ley de Tratados, un tratado que está en proceso.
IPS