El Foro de Cooperación Económica del Asia Pacífico, APEC, que apenas terminó la semana pasada en Bali, deja como lección que una política exterior para fomento del comercio y la integración, cimentada en los intereses del Estado, se encuentra muy por encima de las divergencias ideológicas, diversidad étnica, disimetrías económicas y aun conflictos territoriales, como los que se encuentran en torno de los 21 países de la APEC.
Para el cierre del evento, el presidente de Indonesia, Yudhono, dijo que para alcanzar las oportunidades de la región se necesita mayor interconexión.
En este mismo sentido, si analizamos el leitmotiv de la cumbre “Resiliencia del Asia Pacífico, motor del crecimiento global”, se puede subrayar una expresión que destaca la capacidad de adaptarse a la adversidad y a los problemas de la globalización.
Es la habilidad de cuadros de calidad institucional, que saben armonizar la visión geopolítica con proyectos estratégicos que articulan la gobernanza, para obtener la sinergia que explote las ventajas y maniobre en forma flexible los factores que complican la ejecución de proyectos estratégicos. De esta manera, la agenda de la cumbre buscó la forma de facilitar el comercio y el desarrollo de los mercados e inversiones, para incrementar la producción agrícola sostenible, elevar los estándares de vida, estimular el empleo y la seguridad alimentaria. Además, países conscientes de la transcendencia del Océano Pacífico para sus economías, incorporaron tres áreas de cooperación que tienen que ver con la seguridad alimentaria, la protección y salud del medio marino y la utilización del océano para la conectividad de sus economías.
El desarrollo del Ecuador no pasa por el dilema de pertenecer o no a la APEC, sino de cómo lograr la “resiliencia” que transforme la visión geopolítica planteada desde el 2007 (EL COMERCIO, junio 2012) de ser una “ventana geopolítica del Asia”, en proyectos de desarrollo económico que exploten las ventajas de ser país marítimo, con posición geográfica estratégica, cerca al Canal de Panamá ampliado para acoger a los barcos post panamax que eran vistos como futuro y hoy son una realidad.
Un país que no encuentre trabas en la abundancia para su desarrollo, porque posee cuatro puertos de gran calidad. Que se tenga cuadros de mando integral, que no generen contradicciones como la división de las provincias de Guayas y Santa Elena y después se den cuenta de la trascendencia de tener un puerto de aguas profundas lográndose disputas en lugar de cooperación para el progreso.
Un país que en la Estrategia territorial del Ecuador de Senplades incluye al Puerto de Aguas Profundas en Posorja en la Provincia del Guayas y luego agrave la contradicción con el Plan Estratégico de Movilidad incluyendo al puerto de aguas profundas en otra provincia.