Tómense su píldora democrática

Una pancarta del movimiento 15M (que se considera definió el pensamiento de mi generación) decía: "Nuestros sueños no caben en sus urnas". La generación Y -los nacidos entre los 80 y mediados de los 90- fue la principal víctima de la crisis bursátil de 2008, nosotros apenas terminábamos o cursábamos la universidad cuando las revelaciones de Wikileaks nos sacudieron el romanticismo político, somos la generación de Anonymous y de los Indignados; la democracia se nos vendió como una gran herencia, que no nos emociona.

El colmo de la degradación democrática se lo ha visto estos días con el "government shutdown" de los EE.UU. El martes por la noche la agencia de notación Fitch advirtió sobre una posible revisión a la baja de la nota de la deuda pública estadounidense; el mundo se comía las uñas de los nervios. Solo faltaba un día y medio para que un acuerdo evite que el cierre de la administración desde el 1 de octubre -la suspensión de todos los servicios públicos salvo los "esenciales"- se convierta en una suspensión de pagos. Esto implicaría un impago en las obligaciones económicas de los EE.UU., lo que equivaldría a un maremoto para la economía mundial.

Imaginen el cuadro cinematográfico de una película apocalíptica en donde un granjero ecuatoriano, laborando, ajeno al mundanal ruido, percibe un ligero temblor en su tierra que anuncia el tsunami que se avecina. La exageración no es tan absurda, las consecuencias hubieran sido devastadoras.

El problema es que varios miembros del partido republicano estadounidense no asumieron el varapalo electoral de las últimas elecciones; se ratificó masivamente a Obama y con ello su medida estelar de seguridad social, Obamacare. "Pues independientemente de lo que la mayoría piense, nosotros bloqueamos todo, hasta que no se dé lo que queremos, el fin de Obamacare, cueste lo que cueste, sin importar quién se friegue", esa fue su posición.

La crisis democrática a escala internacional es aún más grave. Luego de que Bush llevara a cabo la guerra en Iraq totalmente al margen de las decisiones del Consejo de Seguridad, esta posición se volvió normal; ahora los países occidentales planeaban atacar a Siria sin el respaldo de la ONU y ello no choqueó a nadie.

En Ecuador se nos han hecho consultas populares con bombos y platillos sobre temas de menor interés nacional, como los juegos de azar, pero se descarta cualquier consideración democrática cuando se trata de aprobar legislación respecto a asuntos verdaderamente reclamados por la ciudadanía, como la explotación del Yasuní o la penalización del aborto.

La democracia tal y como la practican las generaciones anteriores es apenas un artificio para justificar el poder; cada vez hay menos jóvenes que se toman con gusto el somnífero democrático.

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