Por fin ha llegado a Sudamérica el tiempo histórico de la equidad como prioridad conceptual del desarrollo. Gobierno que no aplique esta tendencia política no tendrá porvenir y candidato que quiera triunfar en elecciones no podrá sustraerse a esta concepción para una buena gobernanza. Han pasado varias décadas en que nuestro continente ha estado por detrás de Asia y África en materia de inclusión social y económica, pero lo que estamos viendo ahora nos induce a pensar que esto está cambiando.
Para ello primero ha debido consolidarse democráticamente una estabilidad política, luego ha habido un lapso de sano manejo de la macroeconomía, dejando atrás las altas inflaciones y desequilibrios que perjudicaron a nuestro desarrollo en el siglo pasado. (Ahora es urgente mejorar la productividad en la microeconomía). Con estabilidad política y equilibrio macroeconómico, los países sudamericanos han podido aplicar un trato equitativo que ha aumentado a la clase media, mientras el número de pobres ha tendido a bajar.
En Brasil desde los gobiernos de Cardoso y Lula se ha aplicado programas de inclusión económica, de subsidios claros y focalizados, que continúan con el gobierno de Dilma Rousseff, dejando sin espacio a políticos que no apoyen estas tesis en democracia. Argentina salió de una crisis económica pavorosa con los gobiernos de Kirchner y de su esposa Cristina, mediante decisiones valientes en favor de los que menos tienen.
Venezuela ha votado por el chavismo justamente por los resultados de su política social redistributiva del ingreso nacional y eso le servirá a Maduro en su elección. Colombia, que precisamente está negociando con las FARC una concepción de equidad rural, deberá cambiar su visión del desarrollo para que haya paz social mediante un enfoque inclusivo, cuya carencia fue la causa primigenia de la guerrilla.
En Chile la tendencia equitativa del desarrollo será aplicada por Michelle Bachelet que seguramente gobernará otra vez, a fin de disminuir las grandes desigualdades que se mantienen. En Perú, el presidente Humala está en deuda en materia de equidad por lo que deberá priorizar la justicia social y mejorar la calidad de vida de su población excluida. Paraguay tendrá que cambiar su postura pronto y entrar en la tendencia prevaleciente de atención equitativa para la mayoría necesitada.
Bolivia está haciendo lo necesario para mejorar la situación de su gente desposeída y el presidente Morales será reelegido por los resultados de esta política. En el Ecuador el presidente Correa fue reelecto, entre otras razones, por su política de atención equitativa y prioritaria a sus pobladores pobres y discapacitados, cuyos resultados deberán ser mucho mejores en los próximos 4 años.