La Organización de las Naciones Unidas (ONU) discute un nuevo conjunto de Objetivos de Desarrollo Sostenible, que reemplazarán a los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio, cuyo plazo de cumplimiento vence a fines de 2015.
Los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) propuestos, unos 17 o más que sustituirán a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), serán una parte integral de la agenda de desarrollo de la ONU posterior a 2015, que, entre otras cosas, busca erradicar de la faz de Tierra la extrema pobreza y el hambre para 2030.
Neelie Kroes, de la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la Unión Europea, dijo que la nueva agenda del foro mundial ha sido descrita como el “emprendimiento en materia de desarrollo más completo y de mayor alcance que jamás haya asumido la ONU en toda su historia”.
Pero Jen Martens, director de la organización Global Policy Forum (Foro de Políticas Mundiales), dijo a IPS que, en general, la actual lista de objetivos y metas propuestos no constituye una respuesta adecuada a las crisis social, económica y ambiental que afronta el mundo ni a la necesidad de un cambio fundamental.
Los ODS propuestos contienen una mezcla de viejos compromisos reciclados y de nuevos vagamente formulados, como el 1.a.: “asegurar la movilización significativa de recursos de una variedad de fuentes para ofrecer los medios adecuados y previsibles a fin de implementar programas y políticas para erradicar la pobreza en todas sus dimensiones”, ejemplificó.
Especialistas en desarrollo coinciden en que las naciones ricas prácticamente no lograron cumplir sus obligaciones relacionadas con el octavo de los ODM que llama a “fomentar una alianza mundial para el desarrollo” con los países del Sur.
El Centro del Sur, con sede en Ginebra, recomienda: “Los ODS no deben ser un conjunto de objetivos que solo persigan las naciones en desarrollo como si fuera un tipo de condición o de nuevas obligaciones”.
El documento final de Río+20, como se conoce a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, realizada en Brasil en 2012, especifica que las nuevas metas deben “aplicarse de forma universal a todos los países”, incluso a los de economías ricas.
Los 17 nuevos objetivos, redactados por un grupo de trabajo abierto, incluye propuestas para erradicar el hambre y la pobreza, lograr vidas saludables, ofrecer una educación de calidad, lograr la equidad de género y reducir las desigualdades. Además prevé el uso sostenible del agua y el saneamiento, energía para todos, empleo productivo, industrialización, protección de los ecosistemas terrestres y fortalecimiento de la alianza global para el desarrollo sostenible.
El grupo de trabajo termina este viernes su 13 ronda de negociaciones, probablemente la última, tras la cual deberá elaborar un informe y presentarlo a la Asamblea General de la ONU en agosto.