La terminal de carga del Nuevo Aeropuerto Mariscal Sucre de Quito está lista en su estructura básica. De los 13 000 metros cuadrados que ocupa, 10 000 serán para recibir y enviar productos.
Los 3 000 restantes estarán dedicados a diversas áreas administrativas. En esta terminal se manejará la fase previa al envío de los productos que se exportan desde Ecuador. El 90% de ellos corresponde a flores de distinto tipo.
El edificio fue diseñado para trabajar con 250 000 toneladas métricas de carga por año, frente a las 160 000 toneladas que tenía la antigua terminal. Las floricultoras accederán al servicio de paletización en 24 puertas distribuidas entre las empresas Servipalet, Aeronem, Pertraly y Novacarga. Hasta ayer, este procedimiento se realizaba en lugares dispersos alrededor del antiguo aeropuerto.
Alejandro Martínez, de Expoflores, participó en un simulacro la semana pasada, para conocer cómo funcionará el proceso en la terminal. Se mostró satisfecho porque será más rápido. Una ventaja es que se cuenta con una vía exclusiva para los camiones y que hay un área de espera. Con estas innovaciones se ordenará el trabajo.
Según Eduardo Dousdebés, secretario metropolitano de Desarrollo, Productividad y Competitividad, este será un beneficio para la durabilidad de las flores en sus países de destino. Debido al crecimiento desordenado del aeropuerto del norte de Quito, no había condiciones adecuadas para proteger al producto del clima. En la nueva terminal se ha diseñado una estructura que permitirá conservar la cadena de frío y evitará que se exponga al producto.
Pero antes de entrar a la paletización, los productos que se exportarán deben pasar por el proceso de consolidación. Para ello, las fincas floricultoras y las agencias de exportación que usarán el nuevo aeropuerto contarán con dos grandes centros de consolidación.
Fernando Brito, de la firma EBF Cargo, explicó que Alpachaca Cargo Center es un centro levantado en el pueblo de Tababela que cuenta con 5 000 m2 de cuartos fríos y que allí se consolidará el 40% de las exportaciones.
Este centro, ubicado a aproximadamente nueve kilómetros de la terminal de carga, fue diseñado con el fin de evitar que se armen colas. Un camión puede transportar 150 cajas, mientras que un tráiler traslada 480, en promedio.
Tanto las consolidadoras como la terminal de carga están diseñadas para aumentar el número de camiones que serán atendidos simultáneamente. Al aumentar la capacidad de almacenamiento y de las operaciones, se abre la posibilidad de generar más negocios.
Un centro más grande es Tabacarcen. Este recibirá el 60% restante de las exportaciones. Se está construyendo dentro de las inmediaciones del nuevo aeropuerto. Está previsto que esté listo el 31 de marzo próximo. Mientras tanto, estos procesos de consolidación de carga continuará haciéndose en los sitios que están acondicionados en el antiguo aeropuerto.
Pero, además, la inauguración de este aeropuerto es para Dousdebés un hito en la región. La apertura de la nueva terminal aérea permitirá que se abran nuevas rutas directas no solo de turistas sino también de carga. El funcionario explicó que el sistema está enfocado en aumentar la capacidad de carga y proponer un sistema logístico operativo de vanguardia.
Uno de los avances en la terminal aérea es que cada una de las puertas cuenta con un equipo para el análisis de rayos X. Esto servirá para controlar, por ejemplo, el intento de envío de carga con sustancias estupefacientes.
Otro de los puntos importantes para el proceso de exportación es el relacionado con la aduana y el control de la Policía Antinarcóticos. Según Dousdebés, una parte de las oficinas de aduanas funcionará en áreas temporales, pero las almaceneras están listas. Estas áreas estarán completas cuando se termine de construir Tabacarcen.