Abdalá Bucaram inventó, en base a su extraordinaria imaginación, un personaje ausente, bufo y burlesco. Nadie lo conocía, nadie lo había visto. Bucaram dialogaba con él. Era su contertulio en una entrevista ridícula. Suso ocupaba el espacio del entrevistador, pero bien era sabido que preguntaba los párrafos que antes había recibido.
Suso era contratado para cumplir esa función, lo hacía bien y con orgullo. Se ganaba unos centavos. Tenía o tiene nombre y apellido. Camina por las calles de Guayaquil y las gentes más cercanas al ex Mandatario lo conocen.
Los tiempos cambian y las versiones se modernizan. Ahora tenemos un Suso más exquisito, moderno y con porte de letrado. El origen y el resultado es exactamente igual. Un personaje al que le pagan para que haga las preguntas que se le ordena. Es imposible pensar que el contratado pueda salirse de la exigencia del cliente. No cabe la opción de un entrevistador como Ana Pástor que cuestione, escudriñe, demande y exija respeto. Frente a un periodista de ese proceder el personaje acusa nervios, risitas inquietas e incomodidad escénica. Ahora se ha contratado a un personaje de nacionalidad uruguaya, que vive en el imperio para que cumpla el rol de Suso moderno y revolucionario. ¿Cuánto cuesta una entrevista? ¿Se puede pagar para que le hagan a uno una entrevista? ¿Alguien puede informar cuánto se le paga al Suso del momento? Habrá que saber si esos honorarios incluyen traslado y hospedaje. ¿Viene solo o hay séquito?
Si la idea es hacer una serie de entrevistas, lo democrático y honesto es que también puedan ser interpelados en ese espacio del canal incautado dirigentes políticos de la oposición.
Se ha necesitado contratar jugadores extranjeros para intentar recuperar una imagen abatida y penosa que se proyecta en el exterior. Los puros criollos ya no tienen valor, puesto que por más de cinco años han sido calificados de prensa corrupta.
Resulta poco ético que se compren entrevistas, poco decente que haya periodistas que vendan sus entrevistas. ¿Son prensa corrupta los que entran en esta comercialización? que están prohibidas.
Jorge Gestoso es un periodista que proviene de la prensa corrupta, fue el puntal fundamental para el lanzamiento de CNN en español, luego abandonó ese poderoso medio. Él tiene la obligación de decirnos si es ético vender entrevistas y si es limpio hacer preguntas por contrato. Tiene obligación en razón a que está recibiendo un dinero que pertenece a todos los ecuatorianos.
El Suso Gestoso demuestra que, en tiempos de la Revolución Ciudadana, los buenos son los que están conmigo, los que me hacen las preguntas que quiero, los que me pasan la mano por la espalda. A los que me cuestionan o hacen críticas solo les queda el calificativo implacable de prensa corrupta.