¿Sabe usted, lector, que los más atroces totalitarismos del siglo XX se forjaron y fortalecieron en sufragios ordenados y manipulados desde el poder, por el silencio y/o la cobardía de otros?
En Italia, Benito Mussolini, en las elecciones del 6 de abril de 1924, obtuvo el 64% de los votos válidos. En el parlamento se le unieron luego liberales, demócratas sociales y los de derecha, todos contra los socialistas y comunistas. Mussolini fue el inspirador de Hitler, quien al fascismo le dio el ropaje alemán del nazismo en la génesis de la Segunda Guerra Mundial. Cuando intentaba pasar a Suiza fue capturado por partisanos comunistas que lo ejecutaron el 28 de abril de 1945.
En Alemania, Hitler se consolidó en las elecciones parlamentarias del 5 de marzo de 1933 y el 23 de marzo, 441 parlamentarios, contra 94, o sea el 82,43% del Parlamento, votaron la “Ley para aliviar las penurias del pueblo y del Reich”, conocida como la “ley habilitante” que le daba plenos poderes legislativos, aun para “desviarse de la Constitución”. Su muerte fue en el búnker de la Cancillería en Berlín, el 30 de abril de 1945.
Esa “ley habilitante” podría entenderse antecedente de la calificada con igual nombre en Venezuela, y que ahora Chávez ofrece limitarla en el tiempo. En la misma línea está el “confíen en mí” que pide el presidente Correa, para designar desde los magistrados de la Corte Nacional de Justicia hasta el último juez, en la consulta que propone.
En la España franquista, el 6 de junio de 1947 se celebró el referéndum sobre la Ley de la Sucesión, por la que el Generalísimo Franco se convertía en regente del Reino de España, con derecho a designar el sucesor. Ese referéndum lo ganó con el voto del 89% de los empadronados, de los cuales el 93% votó sí, el 4,7% votó no. Un 2,3% fue de votos nulos y en blanco.
En nuestra región, Duvalier en Haití, Trujillo en República Dominicana, Perón en Argentina, Stroessner en Paraguay, siempre acudieron al sufragio desde el poder. Con estos antecedentes -y algunos más- realmente nada hay creativo en la convocatoria del presidente Correa para consolidar su proyecto de ejercicio totalitario del poder, por la vía del control de la función judicial y el condicionamiento a los medios .
Lo demás de la consulta es entre relleno y paja. No es sufragio libre el manipulado desde el poder.
El sometimiento del Consejo Electoral, demostrado en el proceso electoral de 2009; el control de espacios de comunicación por televisión y radio, no solo de los propios del Estado -en los que a nadie le dan derecho a réplica- sino también por los enlaces y cadenas impuestos a los otros medios, minimizando y pretendiendo descalificar a quienes se le oponen; y todos los recursos del poder direccionados a la voluntad del gobernante, constituyen formas de fraude.