Estas inofensivas letras “SSSSS” pueden aparecer aleatoriamente sobre el pase de abordar de cualquier pasajero. Vas dirección norte, a los Estados Unidos. Has sido seleccionado para ser revisado minuciosamente, tanto tu equipaje como tu persona.
Se buscan viajeros que porten droga, armas o cualquier otro objeto peligroso. De hecho, sin saberlo, has entrado en el reino de los sospechosos…En Ecuador te bajan al subsuelo-subcielo, la Policía Antinarcóticos hace su trabajo, en cada espacio de tránsito te vuelven a registrar exhaustivamente.
El tema no termina allí. El ingreso a Estados Unidos de aquellos no residentes sino visitantes se puede volver una pesadilla. Te reciben los agentes de migración, gente con poca educación a quienes se les ha investido de poder ilimitado.
“We are the Face of our Nation” (Somos la cara de la nación), rezan varias pancartas y afiches dispuestos por doquier con los rostros de estos agentes. El amable pero enérgico rostro de la fotografía se convierte en la realidad -en la mayoría de casos- en un sabueso grosero, arrogante, con actitudes de humillación hacia la gran mayoría de inocentes visitantes.
Varias historias coinciden en estas vejaciones. Una que me llamó la atención: cinco amigas se dirigen a Disney World, la primera explica graciosamente que va a ver a Mickey Mouse; la siguiente amiga en fila ha sido detenida por largo rato…
A ésta le explican que la amiga que ha pasado es una mentirosa y que ha contado historias muy comprometedoras de ella. Visiblemente conmovida, no entiende qué sucede, le tratan de confundir, “de hacer caer”. Finalmente después de interrogarla la “sueltan”.
Otras son detenidas por algún problema de pasaporte no detectado por la agencia de viaje del país de proveniencia: Visa Wavers no realizados, tratándose de naciones que no tienen necesidad de visa; pasaportes que caducan seis meses antes.
En estos casos los “sospechosos de algo”, son internados incomunicados en un cuarto, por al menos dos horas hasta que su caso haya sido revisado y dado de alta.
Estos agentes cumplen su función, lo que es injustificable es la capacidad de maltrato verbal indiscriminado, humillación si no hablas su idioma, imposición para que, por citar uno de varios ejemplos, no camines mientras esperas porque, “We do not like you walking, just sit down” (No nos gusta que camines, siéntate), un ejercicio de poder impresionante.
¿Qué pasó con aquel país de brazos abiertos al visitante? Con un sistema sofisticadísimo de rastreo, no es suficiente con la información que se muestra en pantalla cuando entregas tu pasaporte?
Qué lamentable que el miedo haya llegado a unos límites insospechados y que todas, absolutamente todas la personas sean vistas como posibles amenazas a su blindado sistema.