Las encuestas detectaron el auge de Avanza, pero sorprende su éxito en votos y puestos logrados, y por ser un partido político, en un sistema de partidos descompuestos.
Una organización, primero, lo forman y dan imagen sus militantes, los que captan votantes. Los militantes de Avanza tienen varios orígenes, unos provendrían de la Izquierda Democrática o de la Democracia Cristiana, otros no encontraban en AP un espacio partidario o su funcionamiento vertical no les satisfizo; acaso el sistema clientelar de AP con repartición de ventajas, con puestos para dirigentes que fueron de organizaciones locales, o a familiares y amigos, ya cansó y no hay cama para tanta gente, así que para promocionarse política o socialmente, necesitaban otra organización.
En cuanto a su electorado, en la Sierra, Avanza capta parte de lo que fue la ID o la DC. Por esto y sus propuestas puede ser un partido del centro. Es perceptible, que Avanza gana también en espacios que ganó AP. Acaso por descontento de ese electorado con AP hay trasferencia de votos a Avanza.
Sorprende que su electorado sea en la Costa y en la Sierra. No hay explicaciones aún pero es previsible se deba a circunstancias diferentes. Si logra consolidar este éxito sería el primer partido nacional, pues AP no es propiamente un partido.
Para Correa una causal de la derrota electoral de AP sería el sectarismo. Parecía un atisbo de autocrítica, pues quien más ha mostrado todo tipo de sectarismos en actitudes y posiciones ha sido la cabeza de AP, pero se refería a la no-alianza con Avanza. Sino la afirmación no es consistente en relación al funcionamiento de conjunto de AP que tiene varias listas en alianzas. Empero, la mayoría de sus alianzas no son muy de izquierda sino del centro a la derecha y con predominio populista en la Costa. Estas alianzas sirven para la estrategia de ganar a como dé lugar y dotarle a Correa de una base de apoyo propia, personal; lo cual no implica consolidar una organización política. Puede entenderse, entonces, que para el sector que piensa en izquierda y partido, ya minoría en AP, haya reticencias a esas alianzas. Hay diversos sectarismos con efectos diferentes.
Para Avanza fue una ventaja no hacer esa alianza (lo mismo para el Partido Socialista), pues le permitió ganar espacio político que no se vería si habría estado con AP, aún más, habría aparecido como simple beneficiario de la votación de AP. Ahora, Avanza como partido tiene presencia, es la segunda fuerza política.
Para consolidarse Avanza (al igual que la nueva derecha) deberá incrementar organización y demostrar éxito en los puestos logrados, no mermar ventajas con una entidad pública ganada temporalmente, y contribuir así a que haya un indispensable sistema de partidos.