Más allá de su tarea profesional en defensa de la soberanía e integridad territorial, el Ejército despertó en el cumplimiento del mandato de la Constitución, art. 158, de proteger derechos, libertades y garantías de los ciudadanos.
Uno de ellos, el derecho al voto y respeto a la voluntad popular expresada en las urnas. Resulta oportuno en el día del Ejército y la Batalla de Tarqui el análisis de coyuntura y la posición que asumiera en medio de una hora oscura tras los últimos comicios por las graves denuncias y las dilatorias en el proceso de escrutinios, que puso en vilo al país.
Tras la falta de atención inmediata del jefe del Comaco para analizar urgentemente la situación interna, en momentos de crisis, la presión fue mayor y el Ejército se pronunció apegado al ordenamiento jurídico pero en defensa de los intereses nacionales, la exigencia del respeto a la voluntad del pueblo expresada en las urnas y que se garantice un ágil y transparente proceso de escrutinios, que ha estado en seria duda.
Hoy más que nunca tendrán que velar porque no se repitan las irregularidades de la primera vuelta.
Más vale tarde que nunca la reacción dentro de FF.AA., luego de haber permitido los mandos esta década que desde el poder se haya penetrado no solo para dividir entre oficiales y tropa sino tratar de destruir la institucionalidad sólida que ha tenido y que ha demostrado en el campo de batalla como en el Cenepa el 95.
Permitir que se haya eliminado el régimen especial que las instituciones militares tienen en el mundo y que se trate de debilitar aún más a su seguro social, luego de que pidieron que se archive el proyecto de ley, pero fue aprobado en la Asamblea. Tuvieron que ser varios oficiales de menor graduación quienes les dieron presentando al mando demandas de inconstitucionalidad.
Cómo se puede aceptar que un símbolo de la guerra del Cenepa que estuvo en la Mitad del Mundo fuera sacado y se ubicara un monumento al ex presidente argentino, Néstor Kirchner, protagonista de corrupción. Eso es una afrenta.
Para hablar del tema desde una visión civil militar, como parte de los estudios del post grado de seguridad y desarrollo que fuera liquidado en el IAEN, puedo decir que la mayoría de miembros de FF.AA. ha sido y es profesional responsable.
Basta citar la diferencia de un compañero, reconocido coronel, hoy en grave estado de salud, hermano de quien no ha querido asumir el papel que le obliga la Constitución.
La Constitución, art. 159, señala que las autoridades de FF.AA. y Policía serán responsables por las órdenes que impartan. La obediencia a las órdenes superiores no eximirá de responsabilidades a quienes las ejecuten.
Es decir, deberán responder por acción u omisión de sus actos. Más importante es contar con soldados de honor y dignidad antes que quienes asumen jerarquías sin eso, que luego tendrán que rendir cuentas.