Como aguinaldo navideño el Departamento de Justicia de Estados Unidos informó la semana pasada que el fundador de Odebrecht ha revelado que en el período 2007-2016 esa empresa brasilera ha entregado 33.5 millones de dólares a funcionarios ecuatorianos, como sobornos, para obtener o mantener contratos para la ejecución de obras en nuestro país y que ha logrado beneficios por 116 millones.
Estas irregularidades se suman a las denuncias de millonarios casos de corrupción perpetrados en Petroecuador y agravan el desprestigio de nuestro país.
En un comunicado el Gobierno Nacional recuerda que, tras detectarse deficiencias técnicas en la central hidroeléctrica San Francisco, contratada en el año 2 000, por el gobierno de Gustavo Noboa, el 23 de septiembre del 2008, el presidente Correa expulsó del país a la Compañía Odebrecht; ordenó el arraigo de sus representantes en Ecuador y rescindió todos sus contratos.
Esto motivó que Brasil congele los proyectos de cooperación bilateral y que llame a su Embajador para consultas, pero en julio del 2010 se llegó a un acuerdo, mediante el cual la constructora se comprometió a reparar la central San Francisco y a pagar al Gobierno 20 millones de dólares.
Luego le fueron adjudicados contratos para cinco obras, por monto de 1 645.27 millones de dólares, entre las cuales consta la preparación del terreno para la refinería del Pacífico, por 303 millones, proyecto que constituye monumento a la irresponsabilidad y al fracaso.
Como era de esperarse, estalló el escándalo y miembros de la oposición se hallan empeñados en la recolección de las firmas necesarias para un juicio político al vicepresidente Glas, quien fue Ministro Coordinador de los Sectores del Estratégicos, desde abril del 2010 hasta el 2013; pidieron al Fiscal que llame al Presidente y al Vicepresidente, al Alcalde de Quito y a su predecesor para que rindan su versión e, inclusive, solicitaron al Vicepresidente que renuncie, en realidad aspiraciones utópicas.
A su vez, el Primer Mandatario y la Presidenta de la Comisión de Fiscalización coincidieron en que no aceptarán denuncias sin pruebas ni que se involucre al candidato a la reelección a la Vicepresidencia, quien sostuvo que la insinuación de alguna supuesta vinculación que se ha publicado en un diario panameño es parte de una campaña sucia.
En la actualidad la única obra a cargo del Consorcio Odebrecht-Acciona es el Metro de esta capital, pero la compañía brasilera ha decidido retirarse, por lo que, es de suponer que el Municipio Metropolitano ya estará tomando las medidas necesarias para garantizar la multimillonaria inversión y el cumplimiento del contrato, que, al igual que para la Ruta Viva, fueron suscritos en su primera fase por el anterior Alcalde, miembro del buró político de Alianza País.
cjaramillo@elcomercio.org