El silencio de las armas

Columnista invitada

Nací en la guerra, desde pequeña los recuerdos están impregnados de historias de horror. El “Bogotazo”, cuando mataron al caudillo Jorge Eliecer Gaitán e incendiaron a Bogotá.

La violencia donde los liberales estaban condenados, y los “godos” ( conservadores) con la alcahuetería de la Iglesia, empezaron a matarlos, a degollarlos, a tirarlos a los ríos. Los liberales entonces empezaron a matar godos....
Esos, diálogos tensos en familia, cuando el papá era godo y la mamá liberal...las preguntas capciosas de los padres cuando llegábamos con alguna amiga “nueva” a la casa...sobre su procedencia política...

El terror cuando nos teníamos que devolver a las carreras de alguna finca en la montaña porque “iba a llegar la chusma con machetes a matarnos”....

El inicio de las guerrillas. el ELN con los ideales de la encíclica “populorum progressio” que ordenó a curas y monjas a untarse de pueblo e iniciar reformas sociales...Curas españoles llegaron a Colombia para organizar la revolución armada...Laín y Pérez... seguidos, por Camilo Torres quien dejó su cátedra en la Universidad para subirse al monte y ser asesinado...La monja Leonor que abandonó el Mary Mount y decidió unirse a la guerrilla, enamorándose de paso de Vázquez Castaño, Comandante líder. Mujeres importantes como María Cano y María Arango....

Campesinos liberales inician su protesta. Los ideales comunistas, la admiración por Castro, El Che, el deseo de un cambio para una sociedad menos feudalista e inequitativa toman fuerza.
El entonces presidente Guillermo León Valencia ordena el bombardeo de Marquetalia. Nacen las FARC...

Los años, pasan y las muertes, secuestros, masacres, aumentan. Llega el Paramilitarismo, los Falsos Positivos con complicidad de las Fuerzas Armadas...miles de inocentes caen en fuegos cruzados.

Se pierden los ideales.
El narcotráfico se apodera del, país....todo se prostituye...El dinero, la corrupción, los ríos de sangre son el pan nuestro de cada día.
Hasta la fecha llevamos varios millones de muertos. Miles de desaparecidos. Cientos y cientos de mujeres violadas. Generaciones de campesinos que lo único que han vivido es la muerte de seres queridos, masacres. Infancias truncadas por los, ríos de sangre. Colombia viene enferma desde hace casi un siglo... Se necesitarán muchos años para curar todas las heridas emocionales.

Con lágrimas de emoción veo que se firma el cese al fuego bilateral entre las FARC y el gobierno. Las armas se silencian después de casi un siglo. Empieza a renacer la esperanza.... ¡Se vislumbra para Colombia un nuevo amanecer! Ya hemos dado el Primer Paso para caminar hacia la luz!

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