La frecuencia con que se producen las acciones del crimen organizado transnacional y del narcotráfico, ha comenzado a generar un acostumbramiento, que poco asombran y apenas perturban a la sociedad. Probablemente porque se percibe una especie de impotencia para enfrentar el problema y porque se anteponen antagonismos ideológicos que nublan la identificación de la real amenaza y como desahogo se realizan experimentos sociales sobre legalización o despenalización, en tanto los carteles se han convertido en factor geopolítico regional.
El informe de la ONU para control de la droga y el delito Unodc, de 2013, reporta reducción en la producción de cocaína en Colombia, un incremento en Perú y una duplicación de su producción en Bolivia, en la última década. En conjunto los tres países producen 685 toneladas de las cuales el Ecuador sin ser productor, incauta en promedio 60 toneladas anuales. En esta semana se incautaron 235 kilos de cocaína en Italia provenientes de Ecuador, y 120 en Alemania.
Estas evidencias se suman a la valija diplomática con droga, para demostrar cómo resulta ventajoso, el suelo selvático, la posición geográfica y la debilidad de las instituciones de control para favorecer conexiones de países andinos con México, EE.UU., Europa, África Occidental y Sudáfrica.
En los corredores aéreos y marítimos explotados eficientemente por el narcotráfico con desarrollo tecnológico de semisumergibles, submarinos y avionetas de amplia autonomía; las unidades Guardacostas ecuatorianas se han incautado de seis submarinos, y la Policía seis avionetas utilizadas por el narcotráfico, sin radares para la cobertura del espacio aéreo, no obstante la gran inversión gubernamental en el mejoramiento de defensa y seguridad.
Como si nada de esto estuviese pasando, en la Asamblea se discute cómo el Ecuador puede integrarse a la seguridad regional del Mercosur. Se habla de combatir el narcotráfico y el crimen organizado, pero curiosamente, se fuga de todos los acuerdos y convenios a escalas regional y subregional, incluyendo la CAN.
Se mencionó en el debate de la Asamblea que todavía quedaban por definir las fuerzas y órganos de seguridad que participarían en la persecución en caliente; es decir, que en situaciones de enfrentamiento armado con probables enemigos que pretendan escapar atravesando la frontera de un país vecino, quede autorizado hacerlo, siempre y cuando la persecución se realice con personal sin armas.
La contradicción se acentúa cuando frente a los exitosos acuerdos de delimitación territorial marítima del Ecuador con Perú, Colombia, Costa Rica y la ampliación de la plataforma marítima, se mira la problemática del narcotráfico en dirección opuesta. Se desconoce la condición del Ecuador como país marítimo portuario y la trascendencia de los corredores marítimos, incomoda que Estados Unidos haya realizado un acuerdo con Perú.