Justo cuando el Ecuador inicia un proceso fundamental de poner en marcha lo aprobado en la consulta popular del pasado 4 de febrero, como es la designación del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) transitorio y, en consecuencia, va a empezar el proceso de evaluación del desempeño de las autoridades del control, ha estallado la pugna entre el fiscal general, Carlos Baca Mancheno, y el presidente de la Asamblea Nacional, José Serrano.
El fiscal Baca ha hecho público un audio de una supuesta conversación entre José Serrano y el ex contralor, Carlos Pólit (ahora prófugo de la justicia), en el que se evidenciaría una clara intención de “bajarlo del cargo”.
Aunque Serrano no ha negado la veracidad de esta conversación con Pólit, llaman la atención varios aspectos: la forma como refieren el uno al otro (Carlitos, Pepe, compadrito, hermano…); la supuesta coordinación que habría existido entre ambos en ciertos temas; la mención a otras personas y funcionarios (¿la “amiga” es la fiscal general subrogante, Thania Moreno?); la existencia de un informe de Contraloría, el cual sería la base para encausar al fiscal Baca del presunto delito de peculado cuando fue parte de la Comisión que investigó la insubordinación policial del 30-S; entre otros.
De lo mencionado, surgen varias preguntas: ¿cómo así tanta confianza entre Serrano y Pólit? ¿Por qué Serrano le pide a Pólit que envíe un documento o informe para “bajarse a un funcionario”? ¿La función de un contralor es recibir órdenes o acoger pedidos de externos? ¿Se lo quieren bajar a Baca porque “él también” quiere ser presidente de la República y no porque “desvinculó (del caso Odebrecht) a toda la mafia que cobró dinero, dejando solito a Capaya” (texto tomado del audio)? ¿Qué papel juega en esto la actual fiscal Thania Moreno?
Como podrán apreciar, hay muchas interrogantes que deben ser aclaradas a la opinión pública del país. Y aunque el audio deja en mal predicamento a Serrano y Pólit, esto no debería ser usado por Baca para desestimar la indagación que inició la fiscal subrogante por el presunto delito de concusión. También tiene “rabo de paja”. No solo por su penosa actuación en la Comisión que investigó los hechos del 30-S sino por la falta de firmeza en torno del juicio a Odebrecht y de otros sonados casos de corrupción ocurridos durante el mandato del ex presidente Rafael Correa.
Como ha dicho Serrano, el “cargo regalado a dedo” le exime a Baca de tener suficiente independencia y autonomía. Por ello considero que, aprovechando de la coyuntura, la primera autoridad de control que debería ser evaluada por el nuevo Consejo de Participación Ciudadana y Control Social transitorio sea el fiscal. El presidente del Consejo de la Judicatura, también ex asesor del presidente Correa, debería estar en la lista, así como el ex procurador y el ex contralor. La pus ahora hay que combatirla desde la entrañas.