Los riesgos de la acreditación

El informe del proceso de evaluación, acreditación y categorización de las 54 universidades y escuelas politécnicas ecuatorianas, elaborado por el Ceaaces, ha desencadenado una serie de críticas que han girado en torno, mayormente, al modelo seleccionado, al agrupamiento en categorías y a la supuesta politización de los resultados.

Los criterios de evaluación adoptados (academia, eficiencia académica, investigación, organización e infraestructura) son usuales, se podría decir incluso que universales; sin embargo, algunas personas consideran que este favorece a las universidades "particulares y más pequeñas"; que desconoce la importancia de la experiencia práctica de los profesores universitarios, al exigir un alto número de profesores a tiempo completo con PhD, algo considerado innecesario en ciertas áreas donde el "hacer" es lo fundamental y "teorizar" o "investigar" es secundario. Afirman, también, que no se tomó en cuenta la "historia" o la ubicación geográfica; algún rector incluso ha llegado a afirmar que desconocía los criterios de evaluación.

La categorización en letras también ha sido objeto de críticas. Se sostiene que esto no se hace en ninguna otra parte del mundo porque causa un grave daño a las instituciones, a los profesores, estudiantes y graduados, consideran que la estigmatización y el señalamiento derivado del agrupamiento no contribuye al mejoramiento del sistema educativo.

Algunos consideran que el pr oceso responde a razones políticas, esto pondría en entredicho a todos los resultados. El descenso de categoría de algunas universidades -públicas y privadas- se presenta como resultado de alguna clase de "retaliación"; incluso se advierte el riesgo de que la acreditación (y la categorización) sea usada para "chantajear" a los opositores, contradictores o críticos del Régimen y/o del proceso de reforma universitaria.

Al Ceaaces le corresponde responder a las críticas. Esperemos que no deje duda de la corrección de lo hecho por el bien del país, todos sabemos la importancia que tiene para el país la mejora de la calidad de la educación, por ello deben extremarse las medidas para asegurar que estos procesos no se contaminen por la incompetencia, la incapacidad o la politiquería.

Un primer paso es la entrega y difusión de los informes correspondientes a cada IES, así se podrá controlar lo realizado y usar la evaluación como un apoyo al mejoramiento de todas las entidades evaluadas, incluso de aquellas que se encuentran en la categoría A.

El siguiente paso es la acreditación a las carreras. Es de esperarse que este proceso, además de transparente y técnico, sea llevado con el máximo respeto a la pluralidad, diversidad de enfoques y perspectivas presentes en la educación superior ecuatoriana. El verdadero riesgo es que se trate de convertir a las universidades en funcionales a un proyecto político y no a un proyecto de país.

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