¿Revolución desde arriba?

Recibo muchas preguntas de gente con signos de preocupación que quiere saber "¿en qué puede terminar todo esto?" Al preguntarles si "es en lo económico o en lo político donde ven problemas", me responden "¡es en todo!". Y tratan de explicar: "El Poder Ejecutivo ha perdido los frenos de la República, ha perdido ese balance de poderes que es la esencia de la República". Y con más preocupación continúan: "Al final dominará todo, los medios, las empresas, todas las rentas de la economía, y hasta el fútbol". Les respondo que lo que nos pasa es más bien una exageración del presidencialismo -ya pasó otras veces-, pero insisten en sus preguntas.

No creo que nuestra falta de límites vaya a pasar a algo mucho más fuerte como creen algunas personas, pero trato de encontrar lo que dicen los autores que han estudiado el tema de la revolución desde arriba. Stanley Moore en su libro "Crítica de la democracia capitalista" trata el tema: "Nos encontramos en una revolución desde arriba si, sin una transferencia de poder político a una nueva clase dominante, el Estado facilita una alteración profunda en la estructura de clases de la sociedad". Sería el caso en el que, por medio de las elecciones un grupo de personas llegara al poder y desde allí lograra hacer tales transformaciones que, con el paso del tiempo, negara y terminara con el sistema republicano y democrático que los llevó al poder. Es decir "ir por todo". Agrega el autor que para que se dé este caso tendría que verificarse una declinación muy grande de las organizaciones de la sociedad.

Muchos ven poca fuerza en las organizaciones empresarias, en los sindicatos, en los partidos tradicionales que se han pulverizado, o en organizaciones de la "sociedad civil", con lo que concluyen que el conjunto de instituciones que operan en la Argentina en el momento actual constituyen un poder en declinación, que es el caso descripto por el autor marxista.

Algunos pronostican que sumando todas las tendencias y medidas concretas de lo que está ocurriendo en nuestro país vamos camino al socialismo o al comunismo. Los "socialistas revolucionarios" (Trotsky, Lenin, Stalin, y muchos otros) consideraron que la transición pacífica no era posible. Es decir, para ellos había que hacer la revolución violenta. Nada encaja exactamente, pero podríamos clasificar para nuestro país en esta línea a movimientos armados de la década del 70. Estas personas han cambiado pero una buena parte de estos militantes ocupan posiciones en el poder actualmente en nuestro país. Ellos -en la visión de los que preguntan- podrían intentar hacer la "revolución desde arriba", aun cuando fue un fracaso la vía violenta que intentaron en su momento.

Es de esperar que se pueda superar esta división que se ahonda y que retorne la prudencia en las decisiones del Estado para conducir a la Argentina. La guía ciega de ideologías extremas para lograr resultados para el pueblo ha sido un verdadero fracaso que se comprobó en la práctica. Esas ideologías que tienen más de dos siglos de antigüedad se han vuelto muy viejas en un mundo regido por la permanente innovación que quiere resultados concretos para la gente. Mirar la realidad y actuar en concordancia con ella pensando en un futuro a 5, 10 y 20 años es una mejor guía que seguir las recetas ideológicas que se han pensado para situaciones muy diferentes.

La revolución desde arriba no es posible en el siglo XXI, no obstante que haya algunos desmesurados que podrían imaginarla y muchos otros que podrían temerla y que se opondrían a ella vivamente.

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