¿Qué responde, Presidente?

La sentencia contra el diario El Universo tiene tres componentes:

1) La primera, de privación de la libertad, cárcel por tres años para Carlos, César y Nicolás Pérez y Emilio Palacio. Parecería que la estadía en el exterior de los cuatro condenados no le permitirá al presidente Correa agregarle el vejamen físico en la prisión.

2) Indemnización por 40 millones de dólares, que ingresarían a la fortuna de Correa. En fingida expresión de desprendimiento, ha ofrecido donar los 40 millones para salvar al Yasuní; y, también ha hablado de financiarle a los trabajadores de El Universo y a los canillitas la capitalización de la empresa si esta quiebra, porque la suma confiscatoria, en cuantía de “aunque usted no lo crea”, sin precedente internacional, peor nacional, está orientada a eso.

3) Dos millones para los abogados Vera, padre e hijo.

Sobre lo económico, parece que habrá un esfuerzo para financiar con crédito los 10 millones de condena a la empresa, a fin que no se apodere de El Universo el Gobierno; pero, en lo personal, los hermanos Pérez, peor Palacio, no tienen para pagar la exhorbitante suma. Embargarán sus viviendas, vehículos y todos sus activos, e intentarán rematarlos.

¿Será posible detener el abuso? En derecho, está en trámite en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos la petición de medidas cautelares para que sus suspenda la ejecución del fallo.

¿Correa respetará lo que resuelva la CIDH? Debería hacerlo, pero podría su soberbia llevar a su irrespeto. Vendrá, entonces, el proceso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que puede durar años, pero será difícil que esa Corte se allane a la quiebra ética y jurídica que implica el fallo y además se aparte de la línea de respeto al efectivo goce de los derechos humanos que la ha caracterizado. Lo que resuelva ésta en materia de indemnización compensatoria sí podrá requerirse con fuerza coercitiva contra el Estado por la actuación del Gobernante y sus jueces. ¿Para cuántos años hay Correa? Difícil saberlo. Varios factores hay desde el ejercicio del Gobierno, groseramente potenciado con las últimas reformas electorales, junto a las chequeras del poder, los sabe jugar el Presidente. Cuando se llegue a sentencia en la Corte Interamericana, será en contra del Estado los valores a indemnizar.

A su vez, el Estado deberá repetir contra los jueces; pero, Correa y los Vera ya habrán acumulado y gozado los incrementos de fortuna.

Si solo fuera un reclamo de honor y no lo que es: pretender acabar con los medios que no se le someten al gobernante, quizás se podría darle forma a algo que el mismo Correa señaló meses atrás, de que no habrá tribunal internacional ni juez divino que no confirme la sentencia cuestionada. Concretamente, que el caso vaya a corte internacional o a tribunal convencional de mediación y arbitraje.

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