El lector sabe que RC es la revolución ciudadana. Se la publicita como razón de ser del Movimiento político País y a la vez la caracterización del Gobierno, de la Asamblea y de todas las instancias de poder que ha copado y que aspira alcanzar.
Algunos van más allá en el análisis: señalan que ha generado su propia burguesía -realmente hay algunos del entorno del poder que vienen de otras fuentes políticas y empresariales-; y, que podría ser probable que se fortalezca en gremios empresariales y profesionales, así como en los sindicatos sectoriales que se están considerando dentro de la nueva propuesta de legislación laboral.
¿Qué quedará fuera de la RC? ¿Habrá revolución -o proceso si así quiere llamárselo- que se precie de tal sin asumir ser un fin supremo? Ha habido las de mayor connotación universal, cual fue la Revolución Francesa, en que los principios ideales de Libertad, Igualdad y Fraternidad y la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano -1789- fueron rebasados por el Régimen del Terror (1793-1794), bajo el mando de Robespierre “el incorruptible”, que pasó de “Defensor del Pueblo” a ser el gobernante que cualquier contradicción para él era traición, sedición o conspiración.
Ya no se trataba solo de acabar con los monarquía, la nobleza, los terratenientes de la riqueza feudal, sino que miles y miles -incluyendo actores de la revolución, unos por moderados, otros por ultraradicales- bajo la acusación de “actividades contrarevolucionarias”, fueron procesados sumariamente y ejecutados en la guillotina. A Robespierre le aplicaron lo que él abusó, apresado fue guillotinado.
También la Revolución Socialista de Octubre, 1917, y la creación de la Unión Soviética, con la señera figura de Lenin, luego sucedido por Stalin, para sustituir al Estado de gobierno burgués con el Estado de la dictadura del proletariado, que con los tiempos se corrompió profundamente, pasando por la opresión y el crimen, hacia la profunda corrupción de una nueva burguesía vinculada con la burocracia del poder.
Con algunas características coincidentes -otras diferentes- ha sido también la historia de las últimas décadas de la República Popular China, donde la libertad tiene severas condicionalidades y limitaciones, en que en el entorno del poder se han copado los negocios y en que los casos de corrupción, sobre precios y otros, solo saltan cuando los actores caen en desgracia y son depurados.
El nazi – fascismo, generó un fin supremo, antisemita y anticomunista. La segunda guerra mundial y millones de muertos fue su consecuencia.
En el escenario de Latinoamérica pueden citarse la dictadura real por décadas del PRI mexicano y el Peronismo argentino de su primera época. Todo en la revolución, nada fuera de ella, podría ser la síntesis para la reflexión.