Una racha de mal aire

“Respiramos aires de libertad” dijo el presidente Lenin Moreno después de la eliminación de la Superintendencia de información y comunicación, ese tribunal especial creado por el caudillo de la revolución ciudadana para controlar a los medios y a los periodistas. El poder sin controles avanza, inevitablemente, hacia el autoritarismo que aspira a dirigir la información y decidir lo que debe hacerse público y lo que debe mantenerse en secreto para que no se enteren los ciudadanos. En el fondo se trata de la absurda pretensión de construir la realidad desde el poder.

Una racha de mal aire debe estar afectando al Gobierno pues ha vuelto a sacar de los sótanos correístas el delito de Difusión de Información Restringida, para iniciar una indagación en contra del Presidente de la Cámara de Comercio de Quito por haber difundido un tweet con datos acerca de empleo y desempleo en nuestro castigado país. La información difundida del 7 de agosto revela que 80 de cada 100 ecuatorianos carece de un empleo adecuado y que la tasa de desempleo ha subido al 13.3%. Los datos son verídicos y están ya publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos porque son resultado de la encuesta telefónica INEC-Enemedu realizada por esta entidad adscrita a la Presidencia de la República entre mayo y junio.

La intención de declarar secretos los datos elaborados por una entidad creada para informar a los ciudadanos y financiada con recursos de todos, era injustificable. Hay normas que protegen la información de las personas que responden a las preguntas, pero esa protección no es extensible a los resultados. Deben estar afectados por algún mal aire porque con esta conducta solo inducen a pensar mal: que pretendían maquillar la información y por eso resintieron que se publique.

Haría bien el Presidente en castigar a los malos funcionarios que, por adulones, le hacen daño al Gobierno creyendo hacerle un favor. Y agradecer a los ciudadanos o los representantes de los gremios que critican las acciones y decisiones del Gobierno. La Democracia como unanimidad es una quimera; el nivel de Democracia de un Gobierno se mide por el grado de tolerancia y de apertura a la crítica de los ciudadanos. El presidente Moreno ha disfrutado de una oposición mansa con excepción de los revoltosos de octubre que solo consiguieron repudio para sus ambiciones golpistas y más apoyo al Gobierno en su momento de mayor debilidad.

A los gobiernos les agrada la gente que se mueve gregariamente, pero esa masa no mueve el mundo; es un pensamiento de Arturo Pérez Reverte, el mundo es movido por los líderes y por la gente inteligente, esa gente es incómoda para la política y para el poder. Si los líderes no están en el Gobierno, que estén al menos en la oposición porque un mundo sin líderes marcha hacia la nada.

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