Guambritos, nos vamos a jugar ‘basket’ en Budapest. La singular noticia nos la dio Raúl Vaca, entrenador del equipo de LDU, campeón de Quito en marzo de 1954. Hace 60 años. Las otras novedades fueron también sorprendentes. “Nos vamos en el barco italiano Américo Vespucci. Navegaremos 26 días desde la isla Puná hasta Génova. Es una invitación de la UIE (Unión Internacional de Estudiantes), organismo de los camaradas de la Cortina de Hierro”. Sorpresa, emoción susto. Y más aún: “El viaje va a durar tres meses, sumando unas vacaciones en Alemania. Tenemos que poner 4 200 sucres cada uno para la ida.
El regreso nos pagan ellos”. Esos sucres eran unos buenos 233 dólares. Algunos de los invitados tuvimos que hacer un esfuerzo para reunir la cuota. La gente no tenía mucho dinero por entonces.
Fue un viaje hermoso. A la ida, en junio, pasamos por el Canal de Panamá, La Guaira, Curazao, Tenerife, Lisboa, Barcelona y Nápoles. Festejamos moderadamente algunas despedidas. Nos cansamos pronto de la comida italiana destinada a la ‘terza’ clase. Después de una breve estadía en Roma, acompañados del embajador Leonidas Plaza Lasso, llegamos a Viena y finalmente a Budapest. En el barco nos entrenamos diariamente hasta que se cayeron al mar las dos pelotas. Budapest era una linda ciudad, pero mostraba aún las huellas de la terrible Guerra Mundial y sufría la presencia soviética.
Los equipazos de la Cortina de Hierro, con la URSS a la cabeza, nos ganaron y nosotros logramos superar a Israel, Egipto y Dinamarca. Disputamos con China el quinto puesto entre 16 equipos y perdimos por un punto. Recibimos unos florines de los organizadores y como no se los podía convertir en dólares, organizamos una linda fiesta por la fecha patria del 10 de agosto, en el Hotel Beke Szallo, al grito de “¡Viva el Ecuador!”. Los italianos nos hicieron cantar el himno de sus guerrilleros o ‘partiggianos’ comunistas. El regreso en el barco, también italiano, Antoniotto Usodimare, repleto de emigrantes -españoles, italianos y portugueses, que iban a Venezuela- fue una sabrosa vacación fiestera de 26 días, con natación en la mañana, cartas o cine en la tarde y gran baile con guapas y variadas pasajeras en las noches.
Los alegres viajeros fuimos los ahora ochentones Marcelo Holguín, Santiago Oleas, Gonzalo ‘Patallucha’ Cevallos, Carlos Miguel e Ignacio García, Nicanor Fabara, Marco Vinicio Larrea, Luis Armas y los hermanos Marcelo y Jorge Ribadeneira, a sus órdenes. Dos de ellos han fallecido y merecen un recuerdo especial: Carlos Miguel García, el ‘Chispo’ García, latacungueño de cepa, y Marcelo Ribadeneira, en 1960, en un accidente de aviación.
El organizador ‘Cabo’ Vaca no pudo viajar porque en esos días comenzó a trabajar en un organismo médico. También se perdieron semejante jornada, plena de anécdotas, Rodolfo Arroyo, figura del ‘basket’ (hoy básquetbol) y Rodrigo -el ‘Negro’- Paz, porque habían viajado al exterior. Fue algo para recordar…y celebrar.