El tratamiento de asuntos como la propiedad del carbono forestal y el mecanismo de consulta previa amenazan con descarrilar los planes para la Reducción de Emisiones Provocadas por la Deforestación y la Degradación de los Bosques (REDD+) en algunos países de América Latina, según especialistas.
Esos temas obstruyen el diseño del plan de México en el Programa Conjunto de la ONU para la Reducción de Emisiones Provocadas por la Deforestación y la Degradación de los Bosques (ONU REDD). En Panamá llevaron a sus pueblos indígenas a retirarse del programa. La REDD+ es un plan de acción que financia programas nacionales en 16 países del sur en desarrollo para combatir la deforestación, reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y fomentar el acceso de los países participantes al apoyo técnico y financiero.
La iniciativa fue lanzada en 2008 por una agencia y dos programas de la ONU. Su fin es promover la conservación, el manejo sostenible y el aumento de los depósitos de carbono en los bosques existentes.
Por América Latina participan Bolivia, Ecuador, Panamá y Paraguay, mientras que hasta ahora se adhirieron como socios sin recibir financiamiento Argentina, Chile, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México y Perú. México tiene unos 65 millones de hectáreas cubiertas de árboles, que son parte de los territorios de unas 2 300 comunidades, 600 de las cuales manejan empresas forestales, según el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible.
Este país, con casi 117 millones de habitantes, emite anualmente unas 748 millones de toneladas de CO2, uno de los contaminantes responsables del recalentamiento del planeta. Cerca de 16% corresponde a las actividades agropecuarias, la tala de bosques y a otros usos de suelo. Las autoridades estiman que se pierden anualmente unas 150 000 hectáreas de bosques, pero organizaciones ambientalistas sitúan esa merma por encima de las 500 000.
En febrero, los pueblos indígenas panameños se retiraron del programa piloto, al considerar que irrespeta la consulta libre, previa e informada, lesiona los derechos colectivos sobre la tierra y vulnera la Declaración de las NN.UU. sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, de 2007.
El retiro indígena se ventila en el 12 periodo de sesiones del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU, que se desarrolla en Nueva York entre el 20 y el 31 de este mes. ONU REDD adelanta actualmente una evaluación externa del programa en Panamá.
Su estudio indica que “para asegurar la distribución exitosa y equitativa de los beneficios de REDD+, la legislación respectiva debe incorporar procedimientos y normas claras y armonizadas, permitiendo la participación abierta entre actores en los niveles subnacional y nacional”.