Julián Assange cumple hoy 365 días de permanencia en la Embajada del Ecuador en Londres. Pese a que el Gobierno ecuatoriano se ha mostrado interesado en buscar una salida a la situación del hacker australiano, la posición británica sigue firme: no concederán un salvoconducto que le permita abandonar la Embajada sin antes ser detenido.
En la visita oficial que acaba de realizar Ricardo Patiño a su par británico, William Hague, no ha logrado destrabar la situación de Assange. Y aunque el Canciller ecuatoriano presentó en su visita a Londres un documento que “fundamenta” las razones por las cuales “nosotros le damos asilo y el Reino Unido tiene todas las facultades para conceder un salvoconducto”, ha soslayado un asunto básico pero que para los británicos es fundamental: su Gobierno debe cumplir las normas internacionales y acatar lo dispuesto por la Corte Suprema. Esto es detener a Assange y extraditarlo a Suecia por presuntos delitos sexuales.
Como se sabe, Assange dirige la organización Wikileaks, cuyo sitio web divulgó en el 2010 más de 250 000 cables diplomáticos del Gobierno norteamericano, muchos de estos considerados secretos. A su parecer, el pedido de la justicia sueca es solo un justificativo para ser detenido y luego ser entregado a los Estados Unidos para ser juzgado por espionaje. Esto podría significar cadena perpetua o pena de muerte.
De ahí la razón por la cual Assange pidió asilo y el gobierno del presidente Rafael Correa haya abogado por la obtención de un salvoconducto que le permita dejar la Embajada o exigir una garantía de Suecia y del Reino Unido de que luego no sea extraditado a otro país.
Como se puede apreciar, este caso no es fácil. Es más complicado cuando se toma en cuenta que la figura de asilo no es pertinente, ya que Assange sustrajo información de manera fraudulenta. Esto, de acuerdo con la legislación norteamericana, es un delito y no es, como sostiene el Gobierno ecuatoriano, un asunto de libertad de expresión .
Si analizamos con detenimiento, el Ecuador ha adquirido gratuitamente un problema que le perjudica sensiblemente a medida que pasa el tiempo. Aunque ambos cancilleres han decidido crear una comisión para resolver el caso Assange, esto va para largo.
Como si esto fuera poco, Ricardo Patiño ha confirmado que analizará una eventual solicitud de asilo de otro hacker: Edward Snowden, ex agente de la CIA y responsable de las recientes filtraciones del programa secreto de vigilancia electrónica de los Estados Unidos.
Con estos antecedentes, preocupa la manera cómo el actual canciller Patiño maneja la política exterior de nuestro país. ¿Qué busca y cuál es el objetivo de su disparatada actuación a escala internacional?