El ex embajador panameño ante la OEA, Dr. Guillermo Cochez, persona generalmente muy bien informada, afirma que Hugo Chávez, presidente de Venezuela, realmente murió hace unos días y reta al Gobierno de ese país a que lo desmienta. ¿Cómo? Presentando al enfermo o, en su defecto, al cadáver.
Hasta ahora, los portavoces del chavismo -el ministro Villegas, el vicepresidente Maduro, el diputado Cabello- dijeron cosas contradictorias, pero comienzan a dosificar las malas noticias sobre Chávez, como si prepararan a la opinión pública para comunicarle el fatal desenlace anunciado por Cochez.
¿Cuándo ocurrirá esto? El problema está en el carácter ilegítimo de Nicolás Maduro. Si la información de Cochez es verídica, Chávez murió sin jurar su cargo de presidente, así que Maduro nunca pudo ser designado vicepresidente, lo cual constituye un delito descrito en el artículo 214 del código penal venezolano como “usurpación de funciones públicas”, castigado con cárcel.
¿Quiénes saben lo que realmente sucede en la cúpula chavista? Demasiadas personas para que el secreto no se conozca a corto plazo: los Castro y otra veintena de cubanos, incluido el personal médico que lo atendió en La Habana, donde aparentemente ocurrió la muerte cerebral; los familiares de Chávez (hijas, hermanos, padres, ex esposas); la dirigencia del chavimo, los ex vicepresidentes, y una docena de militares de alto rango.
En total, más de 100 personas conocen qué ocurre, sin contar los principales servicios de inteligencia extranjeros: Estados Unidos, Rusia, Israel y China, que se juega miles de millones de dólares en Venezuela y, por si acaso se produjera una situación caótica, les secó las fuentes de financiamiento.
Por su enfermiza voluntad de acaparar el poder a cualquier precio, el chavismo se colocó en esta situación. ¿Qué puede hacer? Lo honorable, si Chávez murió, es que sus dirigentes no continúen engañando al pueblo, incluidos los propios chavistas. A partir de ahí, está la Constitución, la “bicha” tan querida por Chávez, con sus definidos procedimientos legales para enfrentar esta circunstancia, sin necesidad de que surja un estallido .
De acuerdo con ella, el fraudulento señor Maduro debe apartarse del poder -aunque lo elijan candidato del chavismo-, mientras Diosdado Cabello asume la presidencia y convoca a elecciones en un plazo de 30 días.
Naturalmente, también, como hacen hasta ahora, los dirigentes chavistas pueden continuar enredándose en sus mentiras, inventándose una juramentación post mórtem de Chávez, y una falsa designación de Maduro, pero lo que lograrían con esa conducta sería fatigar aún más a la opinión pública venezolana, asqueada de que le tomen el pelo como si estuviera compuesta por idiotas y oligofrénicos.
En todo caso, lo fundamental es lo que dijo el ex embajador Cochez: que presenten el cuerpo de Chávez. Vivo o muerto, pero que lo presenten.